Mostrando entradas con la etiqueta cuentos cortos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos cortos. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de enero de 2023

La carrera

 Lo se, soy adicto a la velocidad y mi respeto a la vida es casi imperceptible. todo comienza un verano de 1990.

Los días eran largo y lleno de entusiasmo, los grito de de aliento se unían a una sola voz, la carrera de mi vida estaba por comenzar, bandera en alto y luz verde. la sensación de poder era incomparable a todo lo que había experimentado, con el ultimo rugido del motos le di marcha, ya era un mar de sensaciones en un volante, entre curva y contra curvas, mi auto acariciaba los retenes. entre vehículo bailaba en un vaivén de automóviles, llegando a ultima curva mi mundo se detiene maldito m omento en que una niña se cruza por un segundo de descuido de sus padres, entre en pánico solo tenia una milésima de segundo para decidir entre mi vida o la vida de la jovencita, mi maniobra fue simple salvar a la niña cueste lo que cueste, ahí esta yo volanteo pero por desgracia un coche me tira a pasar golpeando en el y dirigiendo hacia la pobre niña, cierro mis ojos y mi mente como una cámara fotográfica registra en mi cerebro el momento de ...

Abro los ojos y estoy en el hospital, las heridas eran graves pero solo quería saber de la niña, pregunte al doctor que había pasado con ella y solo negó con su cabeza mirando al suelo, en ese momento me di cuenta que me acababa de convertir en un asesino, mi vida había termino como tal

el desconsuelo me invadía, solo pensaba en ella y rostro de miedo volvía una y otra vez a mi mente.

hoy me encuentro postrado en una cama de hospital solo condenado por cada una de las personas que vienen a atenderme, lo tengo merecido? maldito momento en que los padre no supieron cuidarla. en las noche puedo verla a los pies de mi cama preguntándome por la mate, sollozo le pido que me perdone pero no me contesta.

ya es tarde, la medianoche me acecha por que se que ella vendrá a verme, observo una figura fantasmal que se acerca lentamente hacia mi, pero no es ella, veo a una enfermera acercándome lentamente para inyectar mi calmante en la vía de mi suero pero puedo escuchar decirme, tomaste la vida de mi hija y hoy vengo a tomar la tuya.

Esta culpa llego al fin.




jueves, 12 de julio de 2012

La celda

Estando prisionero me puse a pensar, después de lastimarme tratando de escapar Pasaban los días y los recuerdos se iban borrando por esa amargura de no poder entender como había llegado hasta ese lugar, solo recordaba, pensaba en los días cuando era pequeño, mi madre me alimentaba, mi padre trabajando en el campo y siempre preocupado por las fuertes lluvias, y hasta creo recordar que tenia hermanos que jugábamos en el arroyo cercano , mis días felices que pasábamos en el campo, entre el verde de los arboles, el aroma de la lluvia, el sonido del arrollo. Pero no entiendo porque estoy acá, solo y aunque no falta la comida y trato de cantar, se pasan los días mas tristes
Día dos, Solo quería cantar y ser feliz, no entiendo porque me encerraron, yo no tale los arboles, no contamine el rio, no produje esa lluvia acida que contaminaba mi cobijo, solo era libre y embellecía los campos al pasar
Día tres, Desde mis rejas veía todas las mañanas una niña que me miraba y luego se iba, quizás pensaría que solo y triste estoy, pero eso no me daba fuerzas para poder cantar como lo hacía junto a los míos, esos días en que mis canticos grupo nos uníamos en una sola voz
Día cuatro, Cada día me siento más triste por esta soledad y por ser todos los días iguales, viendo pasar las horas y las personas mirándome desde lejos y les quisiera gritarles que me liberen… Casi no puedo caminar, casi no puedo volar con mi imaginación no llego a mi hogar.
Día cinco, las fuerzas me abandonaron, mi plato de comida quedo si tocar, gritarle a la niña es en vano, mi espíritu me abandona, en mi demencia veo un largo camino hacia una luz fuerte, siento mis alas convertirse en las extremidades iguales a aquella niña, mis plumas se caen y me cubre una piel suave y rozada, un ser de celeste me toma del cuello no lo reconozco pues lleva un barbijo, trate de de gritar pero mi canto se convirtió en llanto, ese hombre me ofreció a una dulce mujer después de la paz que recibi de ella pude abrir mis hijo y descubrí que esa niña estaba a mi lado.