viernes, 10 de agosto de 2012

En la espesura de la niebla



Viento y lluvia azotaban fuertemente los pequeños arboles que tratabas de resistir la feroz tormenta que desde hace día castigaban la región.
Aburrido en su casa, Esteban observaba un pequeño pino a través de la ventana que daba a su patio trasero, se perdía en el vaivén del viento que jugaba con el pequeño árbol que giraba bruscamente por las fuerzas que lo inducían. Imaginaba como si la punta del pino fuese un lanzador de misiles que el manejaba con el control remoto de la TV. Disparando a los enemigos que dibujaba en su mente, entre ellos, Zombi y niñas bonitas que debería evitar dispararles, él era el héroe que se encargaba de un zombi que acechaba a las damas, con gracia y astucias dirigía su arma letal hacia su enemigo. Sonriendo trato de dormir. Apoyo su cabeza en la almohada siguió mirando hacia fuera, en la Vigilia del sueño noto luces en la a lejanía como relámpagos y rayos cayendo en el horizonte, de repente entre él y las imágenes luminosas alguien se atravesó, pero el sueño siguió su curso y esteban se durmió
A La Mañana siguiente, despertó aun con la imagen de esa cosa que lo atormento gran parte de la noche pero no recordaba bien que era, al levantarse descubrió una niebla espesa que abarco toda la habitación, se levanto rápidamente para cerrar la ventana y descubrió que el pino ya no estaba, comenzó a vestirse tratando de recordar que fue lo que vio, salió del cuarto, bajo muy despacio las escaleras pues la niebla había invadido toda la casa, llamo a su padres pero nadie respondió, en su mente vagaba la idea de que el holocausto Zombie había comenzado, experimentó varias sensaciones, desconcierto, ansiedad, miedo, entre otras tantas. Lentamente fue hacia la cocina pensando que debería estar bien alimentado por si tiene que abandonar su hogar, de espalda a la pared se deslizaba cuidadosamente hasta llegar a la puerta, se detuvo después de escuchar unos gruñidos, su mente divagaba, sus padres estarán siendo comidos, del mostrador tomo un espejo y trato de mirar al interior de la cocina mas la espesura de la niebla no lo dejo, Tranquilo se dijo; esto lo ensaye varia veces, con cuidado se fue acercando, los gruñidos eran cada vez mas fuertes, lanzo un adorno que estaba por ahí y escucho como huían rápidamente por la ventana  trato de alcanzarlos para ver con que se enfrentaba pero nada, el manto blanco gobernaba todo el lugar. Voy hacer un reconocimiento, pensó, al revisar los alimento noto que algo lo observaba en un rincón de la cocina justo al lado del refrigerador, empuño un cuchillo y se acerco muy pausadamente, cada vez más cerca veía que era una persona sentada contra la pared, mas y mas cerca noto que la persona estaba herida, a pasos de ella vio que su abdomen estaba abierto, y se acerco velozmente a eso y se dio cuenta que era una bolsa de residuos abierta con varias bolsitas más que figuraba un cadáver, Esteban inspiró profundo, y espiro tranquilidad.
Busco una mochila, la cargo con alimentos y se marcho hacia la calle, desolada y vacía, la ciudad se encontraba como dormida, el paisaje gris, ni un alma en la calle. Esteban inspeccionaba las casas pero a su alrededor sentía como las sombras se ocultaban tras el recorrido de su miraba, su alrededor lo acechaba a cada paso. El miedo trato de aprovecharse de él en varias ocasiones pero su imaginación de ser como su gran héroe de la ficción lo hacía seguir adelante. Después de varia cuadras recorridas notó que una de esa casa se iluminaba tenuemente, si pensarlo se acerco a investigar, muy despacio abrió la puerta chillidos y corridas se ocultaban detrás de las paredes, al ir acercándose a un cuarto alejado observó una puerta entre abierta, la luz se derramaba al piso y las sombras del interior la hacía danzar bruscamente, un grito corto el silencio, Esteban tomo coraje y abrió la puerta enérgicamente y al ver a una niña ser arrastrada hacia el ropero por unas enormes y putrefacta manos que la atraía hacia dentro, Esteban dio salto y tomo sus manos en una pelea continua para no dejar que se la lleve, la niña lo miro a los ojo y le dijo: Es demasiado tarde, soy una niña mala déjalo que me lleve, de unos movimientos con sus manos se soltó y conmocionado por ver como las  uñas se desgarraban al clavarse en el suelo y de un grito apagado se perdió tras cerrarse las puertas de ese armario. Aturdido, salió de esa casa para buscar ayuda, la noche comenzó a caer, vagando dentro de una burbuja blanca que le impedía ver a su alrededor,seguidamente se topo con un gran portón de hierro, encadenado y trabado por un enorme candado, el tiempo y el desgaste de ese objeto lo hacía vulnerable a que se abriera de un pequeño golpe, y así fue lo forzó con un cuchillo y el porto de un fuertes chillidos se abrió, Esteban pensó que era mejor volver a su hogar a esperar que pase la noche pero al intentar volver observó que una gran cantidad de gente se acercaba como ebrios , caminando y gimiendo, dando alaridos de dolor, rápidamente corrió al interior, descubrió un gran campo abierto y pequeñas lapidas comenzaron a surgir de la espesura de la bruma, la horda de zombi se dirigían hacia algún lugar de ese gran campo.
Tomo fuerza, trato de calmar su ansiedad, componer su aliento y convencerse que todo esto era real, mientras esperaba que el último ingresase. De repente un rayo partió la niebla iluminado ese lugar y descubrió un antiguo castillo en ruinas en su alrededor lapidas y tumbas. Esteban se encontraba cubierto en una de ella, canticos de un idioma desconocido salían del Castillo. Pensó, Respuesta necesito para salir de aquí, y entro sigilosamente al ese lugar, un pasillo lo llevo a una sala extremadamente grande velas iluminaban ese escenario oscuro en donde esos seres muertos en viva adoraban a un espeluznante demonio parado en frente en un altar gigantesco recitando palabras extraña de un libro antiguo, con terror descubrió que ese ser era el que se encontraba en aquella ventana y rápidamente el sueño que tuvo esa noche fue más claro, sentía como ese ser lo arrastraba a un abismo como pasaba de un plano a otro en donde lo astral se confundía con el real, invadido por el terror Esteban intento escapar de inmediato, y tropezó con un candelabro en donde todos notaron su presencia, se levanto rápidamente, y corrió hacia la salida, la espesa bruma seguía imposibilitando la visión, mientras corría, imaginaba y recordaba el portón en donde ingreso, una vos suave le susurraba al oído, sentía que lo guiaba hacia la salida, pero también escuchaba a esa bestia que Estaba en todas partes, detrás, Zombie y espectros salían de las sombras tratando de interceptarlo, rugidos, alaridos, gruñido atormentabas al pequeño pero esa dulce voz resonaba en su cabeza, guiándolo en cada paso, sorteando, engendros diabólicos que ya no se ocultaban de él, ahora surgían de las sombras.
Tomo un camino recto luego la voz le indico que gire a la derecha luego a la izquierda hasta un hospital abandonado, ya dentro del edificio escucho habitación 414 y esa Voz se apagó.
La presencia de  ese demonio, no se hizo esperar, pero el niño evadió con astucia aquel infernal ser, y subió las escaleras, piso tras piso buscando ese número de habitación, las esperanzas se iban diluyendo hasta que el numero reflejo una de las puertas, velozmente la abrió y desorientado encontró en aquel cuarto su cuerpo inerte sobre una cama, una copia de el mismo y un sonido pausado se escuchaba levemente, intento acercarse para tratar de comprender, en ese instante el demonio jugo su última carta, la sorpresa, al presentarse rápidamente se abalanzó sobre él, lo tomo por detrás abrazándolo fuertemente dejando prisionero sus pequeños brazos, lo arrastro hacia la puerta, incapaz de hacer movimiento alguno veía como se alejaba de su cuerpo.
De pronto, una silueta se hizo presente a los pies de la cama y se lanzo sobre el demonio tomándolo del cuello con toda fuerza, dejando al niño libre, entre la confusión sintió esa dulce vos que le decía corre hacia tu cuerpo y tócalo, Esteban arrastrándose casi inconsiente se acercaba a su cuerpo, detrás, se escuchaba la lucha del demonio contra alguien que él ignoraba. La curiosidad lo obligó a voltear y sus ojos fueron testigos de una garra veloz que se incrustaba en la garganta de ese ser luminoso, sacándose de encima al intruso, la criatura se acercaba hacia el chasqueando sus filosas uñas una con otras como preparándolas para su víctima, pero Esteban ya estaba cerca de su cuerpo y  solo tuvo que estirar la mano para alcanzar su cuerpo.
La habitación se torno luminosa el débil sonido se hizo constante, una bocanada fuerte de aire lo hizo despertar de un grito, llamo a su madre, miro hacia todos lados y encontró a su madre a su lado con sus dos manos tomando la manecita de él, Esteban trato de despertarla y débilmente su madre levanto la mirada y le dijo: Mi niño sabía que lo lograrías y Sus ojos se cerraron para jamás volver abrirse       

lunes, 6 de agosto de 2012

Lo inesperado


La tristeza me abrazo fuertemente, saber que ella jamás volverá a mi lado, los años trascurrieron rápidamente, y el despertar en soledad me dejo un vacio en el corazón, Felizmente viví con ella una vida de amor intenso, los días dibujaban un cuento de felicidad, la vida nos sonreía a cada paso sin disimulo, la gente parecía generosa y discretamente me sentía envidiado por ellos. Los atardeceres eran hermosos, el sol brilla mas dulcemente cuando uno está enamorado.
Pero aquí  estoy yo, solo, perdido en un vacio en el alma viviendo en los recuerdo que ella me dejo, te veo rodeada de flores, sumisa en un sueño profundo del que jamás podre despertarte, aun siento mi corazón danzar de alegría pues estoy a tu lado pero no se cuanto se engañara el mismo al saber que esta es una despedida.
El vestido que llevas fue el que sello nuestro pacto de amor, arrepentido, en silencio te pido a gritos que despiertes, solo te dejaré esta lagrima que cae a tus pies.
¡Maldita vida! Porque fuiste tan cruel.
Observándote recuerdo el día en que nos conocimos, tu lucias especial esa noche, mi mirada no  perdía detalle antes esa belleza que presumías, la luna adornaba con su luz el brillo de tus cabello, mi corazón deslumbrado me obligo a acercarme, vergonzoso intente hablarte, con una sonrisa te fijaste en mi, una palabra llevo a la otra y nos encontramos bajo aquel árbol en ese día nos prometimos un amor infinito.
Después de muchos años ese mismo árbol fue testigo de un vida juntos, cuando la sortija se alojo en tu dedo.
Mi casa se volvió un hogar para nosotros y mi trabajo nos daba lo justo para seguir siempre unidos.
Pero ese día llego, te encontré dormida, llegue de mi trabajo muy temprano para preparar tu cena, ensaye un camino de rosas desde nuestra habitación a comedor, al terminar descubri debajo del mantel esa carta, maldito pedazo de papel que me llevaría a la locura, simples línea que marcarían mi felicidad,- SORPRESA QUE SE LLEVARA TU MARIDO, NO LE DIGAS NADA,  VALLA SORPRESA QUE SE LLEVARA SI SE ENTERA DE LO NUESTRO. Sentí como mi mundo caía por un abismo sin retorno, la ira me consumía y el odio me obligo a verte, tome una almohada y consumí tu vida como tú lo has hecho con la mía, ¿Porque mi amor?, ¿por qué?
Si en mis ojos reflejaban el alba cuando tú me despertabas, ¿porque me traicionaste?

Ahora estas ahí, en la oscuridad de un aljibe, hundida en el final que tu elegiste al haberme engañado.
De pronto sonó el timbre, imagine a ese traidor detrás de mi puerta, justo a tiempo, me acerque lentamente y pude observar que era él, inocentemente pregunte quien es, y él me respondió: soy Manuel, compadre.
Maldito pensé, espérame un momento le dije, tome el cuchillo más grande, destrabé el cerrojo y corrí al sofá para esperarlo, entra le grite.
Manuel abrió la puerta despacio y seriamente me dijo amigo, ¡tenemos que hablar contigo de algo muy importante y tienes que saberlo por mí!
Dime, te escucho le respondí.
Manuel, sacando un papel de su bolsillo me dijo: se que está mal pero tu esposa y yo salíamos a tu espalda para…
Y de un movimiento sentí como el acero se deslizaba en su pecho, maldito  le grite con furia, te maldigo por siempre, mientras su cuerpo caía lentamente sobre el mío.

Me aseguré que ese gusano este bien muerto,  tome el sobre, entendí que era una ecografía, descubrí horrorizado que ella estaba embarazada de mi y que hoy sería una gran fiesta sorpresa que ella organizo para decirme, aturdido por la conmoción, envolví el cuerpo en una sabana, mi mente en blanco, no creí en lo que había hecho solo reaccioné y lo lleve al mismo lugar en donde se encontraba ella.

Sentado en el suelo pensando en el error que cometí, intente quitarme la vida pero la cobardía me detuvo, tome un baño, y me vestí para esperar a la gente que venía a mi fiesta.
La noche se acercaba rápidamente, en mi cabeza resonaba la voz de Clara, “te amo” esa voz se confundía en los rincones de la sala, ¿Por qué me mataste?, La voz de Manuel me susurraba en el oído: Maldito idiota decía una y otra vez. Vagando en un abismo que me llevaba a la locura las voces se escuchaban más y mas fuerte, aun tratando de cubrirme, las voces me atormentaban, de repente, el silencio absoluto gobernó en toda la casa y al darme cuenta me encontraba en posición fetal cubriéndome los. El timbre sonó y los invitados llegaban uno a uno, al verme, asombrados ingresaban a mi casa con alguna escusa de a ver venido, todos preguntaban lo mismo: ¿y Clara?, Le respondí que en una nota me decía que enseguida volvía.
Al parecer los invitados estaban todos, gente que compartía nuestra vida.
Sin poder decir o inventar mas escusas corrí a la cocina, tomando de aquel licor fuerte trate de calmarme pero mis esfuerzos eran en vano, sonidos comenzaron a emerger desde la ventana, me acerque y observé que en aquel lugar se descubría ese agujero oscuro donde se encontraban ellos, inmóvil, inerte en un miedo profundo note unos brazos asomarse por la ventana, algo tratando de agarrarme con un movimiento rápido quede enfrente a una distancia razonable. Si, era ella, arrastrándose con sus manos, subiendo lentamente por el marco, clavó su mirada en mí, ella avanzaba, hipnotizado al ver su piel tan blanca, sus labios morados, invadida de un odio profundo escuchaba sus gruñido mostrando sus diente como salvaje a su presa, aun veía agua salir de su boca, acercándose sigilosamente hacia mí. Lance un alarido de terror y en un segundo los invitados vinieron a socorrerme, me volví hacia ellos sin poder hablarles solo señale, pero ella ya no estaba.
Preocupado me pidieron que me calmara alguien me acerco una silla y trate de relajarme me dije. ¡Nadie sabrá lo ocurrido!, tranquilo, daré una excusa y se largarán, solo tengo que pensar. En ese momento sonó el timbre y se escucho ¡AHÍ VIENE CLARA Y MANUEL! ¡PERO QUE EXTRAÑO! NO LLUEVE PERO ESTAN EMPAPADOS.
Seguidamente se escucharon gritos y el desconcierto domino el lugar, sabía que venían por mí, tome el cuchillo que estaba a mi alcance y grité ¡perdóname mi amor!  Acomode el filo a la altura de mi pecho y me arrojé violentamente al suelo sobre él, hundiéndomelo en el corazón.