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jueves, 25 de abril de 2013

Una Madrugada



Una madrugada, al salir de mi trabajo, por motivo de un fuerte malestar estomacal, me vi obligado a pasar por un bosque en donde mi única salida para tomar un colectivo (esos que pasan cada una hora, a la madrugada) era cruzando por ese lugar.
Caminando entre sombras, que generaban los altos ramales de los árboles y la luna. Me sentía sugestionado, por muchos de los sonidos que se generaba entre la oscura vegetacion. Calle de tierra, sorteando pozos, que en la misma oscuridad eran invisibles para mí. De repente entre la maleza pude divisar luces de velas que hacían danzar las sombras de entre los árboles y un grupo de personar cantaban en un idioma diferente al mío al compas de tambores, silenciosamente seguí mi caminata tratando de no hacerme notar y escapar de la atención de aquellos que interpretaban su ritual o lo que estuviesen haciendo. Al mismo tiempo en unos matorrales se movían como si alguien se hacía camino al pasar, mi cuerpo no respondió al ver que de esos juncos salía un hombre que levitaba a una altura de unos 30 cm del suelo y se dirigia hacia esas personas, cruzando frente a mí, solo atine a taparme la boca para no no gritar de terror, se detuvo frente a mi y giro su cabeza haciéndola descansar sobre su hombro en forma aterradora, esa cosa me miro por unos segundo, me sonrió y siguió su camino hacia esa gente. anonadado, asustado, aterrorizado o como quieran llamarlo intente retroceder lentamente después de que se perdió de entre los arboles corrí como un loco hacia la ruta, corriendo nuevamente hacia mi trabajo, en un momento un taxi paro y me pregunto -¿te asaltaron?
yo le respondí que si y me subí, le di mi dirección para que me llevara a casa
en el camino, el me comentaba que siempre escucha muchas historias sobre este bosque y que una noche su taxi se detubo y de entre la oscuridad solio algo que marco su vida, un hombre viejo muy arrugado que levitaba a unos 30 cm del suelo hacia él, con las manos hacia adelante.
Le pregunte y que hizo?
me quede dentro del vehiculo hasta que se fuera y lo hizo cuando el sol empezo a asomarse, al desaparecer mi vehiculo comonzo a funciona como si no le hubiese ocurrido nada

martes, 19 de marzo de 2013

Tu Tranquilo





 Estrechando  la mano para evitar que se la llevaran, Esteban quedo solo. Bajo la estrecha movilidad de unos brazos enormes que lo obligaba a mantenerse quieto, vio como un vehículo oscuro se llevaba lo que le quedaba de familia, su pequeña hermana.

Furioso por la repentina partida de esa pequeña, vio como eso arrogantes hombre contaban el dinero sentados en la mesa sonriendo de alegría por su gran venta.

Esteban, los miro y fue al rincón del otro cuarto, en donde unos montones de paja hacían su cama. Al recordar el rostro sollozo de su hermana al llevarla a los empujones al auto, la tristeza y un vacio lo atormentaba, lagrimas recorría sus mejillas, la promesa de encontrarla lo mantenía concentrado para aguantar el terrible maltrato de esos hombres

Consumido por el odio de las risas burlonas que le provocaban, se mantuvo cauteloso, sentía que de la habitación continua, palabras agresivas lo nombraban constantemente, tratando de no desbordar de la inmensa ira, pensó y pensó la idea de escapar rondaba su mente, su mirada perdida por la inconsciencia que le generaba ocupar su mente en esa idea.

-          Tranquilo!!!- escucho de repente

Esa voz lo alerto, recorriendo el cuarto con la mirada descubrió que aun estaba solo, un vago pensamiento cruzo por su cabeza.- No es nada solo soy yo.-

La noche se acercaba y su estomago gruñía por el aroma que lo envolvía por el gran festín que disfrutaban aquellos hombres gracias a su hermana, de tanto en tanto huesos sin carne golpeaban la puerta y caían a sus pies.

-           Esa vida no es para ti, solo déjame entrar. De nuevo esa voz resonó.

Esteban sin emitir palabras asintió con la cabeza y al instante, delante de sus pies, una sombra se elevaba saliendo de los viejos tablones del suelo, hasta formarse un hombre vestido de negro con una diabólica sonrisa, lo miro, le señalo una tabla floja que pertenecía a una de las paredes del cuarto y se fue hacia la habitación de los hombre que estaba al lado. De repente, el silencio colmo el lugar y seguido gritos desgarradores salían de la boca de aquellos idiotas, suplicas de misericordia, pero el sonido de golpes, quebraduras, carcajadas, gritos y de nuevo el silencio. Esteban atónito no podía salir de su asombro, sus enorme ojos no podía creer lo que estaba ocurriendo en ese momento, abrazado a montón de paja, sintió unos paso que se acercaba, ese oscuro Señor se asomo a la puerta su boca relucía una gran sonrisa, aun recorría su cara grandes gotas de sangre. Lentamente se acerco al niño, a escasos centímetro de su cara escucho “Tu Tranquilo” y una gran carcajada invadió el lugar.

De pronto Esteban despertó abrazado a su hermana, los bocinazos de un vehículo oscuro alertaron a dos hombre, de repente el niño le dijo a su hermana tranquila no hagas ruido y sígueme Forzó un tablón que estaba flojo en la pared y se escabulleron por ahí para nunca mas volver.  

viernes, 10 de agosto de 2012

En la espesura de la niebla



Viento y lluvia azotaban fuertemente los pequeños arboles que tratabas de resistir la feroz tormenta que desde hace día castigaban la región.
Aburrido en su casa, Esteban observaba un pequeño pino a través de la ventana que daba a su patio trasero, se perdía en el vaivén del viento que jugaba con el pequeño árbol que giraba bruscamente por las fuerzas que lo inducían. Imaginaba como si la punta del pino fuese un lanzador de misiles que el manejaba con el control remoto de la TV. Disparando a los enemigos que dibujaba en su mente, entre ellos, Zombi y niñas bonitas que debería evitar dispararles, él era el héroe que se encargaba de un zombi que acechaba a las damas, con gracia y astucias dirigía su arma letal hacia su enemigo. Sonriendo trato de dormir. Apoyo su cabeza en la almohada siguió mirando hacia fuera, en la Vigilia del sueño noto luces en la a lejanía como relámpagos y rayos cayendo en el horizonte, de repente entre él y las imágenes luminosas alguien se atravesó, pero el sueño siguió su curso y esteban se durmió
A La Mañana siguiente, despertó aun con la imagen de esa cosa que lo atormento gran parte de la noche pero no recordaba bien que era, al levantarse descubrió una niebla espesa que abarco toda la habitación, se levanto rápidamente para cerrar la ventana y descubrió que el pino ya no estaba, comenzó a vestirse tratando de recordar que fue lo que vio, salió del cuarto, bajo muy despacio las escaleras pues la niebla había invadido toda la casa, llamo a su padres pero nadie respondió, en su mente vagaba la idea de que el holocausto Zombie había comenzado, experimentó varias sensaciones, desconcierto, ansiedad, miedo, entre otras tantas. Lentamente fue hacia la cocina pensando que debería estar bien alimentado por si tiene que abandonar su hogar, de espalda a la pared se deslizaba cuidadosamente hasta llegar a la puerta, se detuvo después de escuchar unos gruñidos, su mente divagaba, sus padres estarán siendo comidos, del mostrador tomo un espejo y trato de mirar al interior de la cocina mas la espesura de la niebla no lo dejo, Tranquilo se dijo; esto lo ensaye varia veces, con cuidado se fue acercando, los gruñidos eran cada vez mas fuertes, lanzo un adorno que estaba por ahí y escucho como huían rápidamente por la ventana  trato de alcanzarlos para ver con que se enfrentaba pero nada, el manto blanco gobernaba todo el lugar. Voy hacer un reconocimiento, pensó, al revisar los alimento noto que algo lo observaba en un rincón de la cocina justo al lado del refrigerador, empuño un cuchillo y se acerco muy pausadamente, cada vez más cerca veía que era una persona sentada contra la pared, mas y mas cerca noto que la persona estaba herida, a pasos de ella vio que su abdomen estaba abierto, y se acerco velozmente a eso y se dio cuenta que era una bolsa de residuos abierta con varias bolsitas más que figuraba un cadáver, Esteban inspiró profundo, y espiro tranquilidad.
Busco una mochila, la cargo con alimentos y se marcho hacia la calle, desolada y vacía, la ciudad se encontraba como dormida, el paisaje gris, ni un alma en la calle. Esteban inspeccionaba las casas pero a su alrededor sentía como las sombras se ocultaban tras el recorrido de su miraba, su alrededor lo acechaba a cada paso. El miedo trato de aprovecharse de él en varias ocasiones pero su imaginación de ser como su gran héroe de la ficción lo hacía seguir adelante. Después de varia cuadras recorridas notó que una de esa casa se iluminaba tenuemente, si pensarlo se acerco a investigar, muy despacio abrió la puerta chillidos y corridas se ocultaban detrás de las paredes, al ir acercándose a un cuarto alejado observó una puerta entre abierta, la luz se derramaba al piso y las sombras del interior la hacía danzar bruscamente, un grito corto el silencio, Esteban tomo coraje y abrió la puerta enérgicamente y al ver a una niña ser arrastrada hacia el ropero por unas enormes y putrefacta manos que la atraía hacia dentro, Esteban dio salto y tomo sus manos en una pelea continua para no dejar que se la lleve, la niña lo miro a los ojo y le dijo: Es demasiado tarde, soy una niña mala déjalo que me lleve, de unos movimientos con sus manos se soltó y conmocionado por ver como las  uñas se desgarraban al clavarse en el suelo y de un grito apagado se perdió tras cerrarse las puertas de ese armario. Aturdido, salió de esa casa para buscar ayuda, la noche comenzó a caer, vagando dentro de una burbuja blanca que le impedía ver a su alrededor,seguidamente se topo con un gran portón de hierro, encadenado y trabado por un enorme candado, el tiempo y el desgaste de ese objeto lo hacía vulnerable a que se abriera de un pequeño golpe, y así fue lo forzó con un cuchillo y el porto de un fuertes chillidos se abrió, Esteban pensó que era mejor volver a su hogar a esperar que pase la noche pero al intentar volver observó que una gran cantidad de gente se acercaba como ebrios , caminando y gimiendo, dando alaridos de dolor, rápidamente corrió al interior, descubrió un gran campo abierto y pequeñas lapidas comenzaron a surgir de la espesura de la bruma, la horda de zombi se dirigían hacia algún lugar de ese gran campo.
Tomo fuerza, trato de calmar su ansiedad, componer su aliento y convencerse que todo esto era real, mientras esperaba que el último ingresase. De repente un rayo partió la niebla iluminado ese lugar y descubrió un antiguo castillo en ruinas en su alrededor lapidas y tumbas. Esteban se encontraba cubierto en una de ella, canticos de un idioma desconocido salían del Castillo. Pensó, Respuesta necesito para salir de aquí, y entro sigilosamente al ese lugar, un pasillo lo llevo a una sala extremadamente grande velas iluminaban ese escenario oscuro en donde esos seres muertos en viva adoraban a un espeluznante demonio parado en frente en un altar gigantesco recitando palabras extraña de un libro antiguo, con terror descubrió que ese ser era el que se encontraba en aquella ventana y rápidamente el sueño que tuvo esa noche fue más claro, sentía como ese ser lo arrastraba a un abismo como pasaba de un plano a otro en donde lo astral se confundía con el real, invadido por el terror Esteban intento escapar de inmediato, y tropezó con un candelabro en donde todos notaron su presencia, se levanto rápidamente, y corrió hacia la salida, la espesa bruma seguía imposibilitando la visión, mientras corría, imaginaba y recordaba el portón en donde ingreso, una vos suave le susurraba al oído, sentía que lo guiaba hacia la salida, pero también escuchaba a esa bestia que Estaba en todas partes, detrás, Zombie y espectros salían de las sombras tratando de interceptarlo, rugidos, alaridos, gruñido atormentabas al pequeño pero esa dulce voz resonaba en su cabeza, guiándolo en cada paso, sorteando, engendros diabólicos que ya no se ocultaban de él, ahora surgían de las sombras.
Tomo un camino recto luego la voz le indico que gire a la derecha luego a la izquierda hasta un hospital abandonado, ya dentro del edificio escucho habitación 414 y esa Voz se apagó.
La presencia de  ese demonio, no se hizo esperar, pero el niño evadió con astucia aquel infernal ser, y subió las escaleras, piso tras piso buscando ese número de habitación, las esperanzas se iban diluyendo hasta que el numero reflejo una de las puertas, velozmente la abrió y desorientado encontró en aquel cuarto su cuerpo inerte sobre una cama, una copia de el mismo y un sonido pausado se escuchaba levemente, intento acercarse para tratar de comprender, en ese instante el demonio jugo su última carta, la sorpresa, al presentarse rápidamente se abalanzó sobre él, lo tomo por detrás abrazándolo fuertemente dejando prisionero sus pequeños brazos, lo arrastro hacia la puerta, incapaz de hacer movimiento alguno veía como se alejaba de su cuerpo.
De pronto, una silueta se hizo presente a los pies de la cama y se lanzo sobre el demonio tomándolo del cuello con toda fuerza, dejando al niño libre, entre la confusión sintió esa dulce vos que le decía corre hacia tu cuerpo y tócalo, Esteban arrastrándose casi inconsiente se acercaba a su cuerpo, detrás, se escuchaba la lucha del demonio contra alguien que él ignoraba. La curiosidad lo obligó a voltear y sus ojos fueron testigos de una garra veloz que se incrustaba en la garganta de ese ser luminoso, sacándose de encima al intruso, la criatura se acercaba hacia el chasqueando sus filosas uñas una con otras como preparándolas para su víctima, pero Esteban ya estaba cerca de su cuerpo y  solo tuvo que estirar la mano para alcanzar su cuerpo.
La habitación se torno luminosa el débil sonido se hizo constante, una bocanada fuerte de aire lo hizo despertar de un grito, llamo a su madre, miro hacia todos lados y encontró a su madre a su lado con sus dos manos tomando la manecita de él, Esteban trato de despertarla y débilmente su madre levanto la mirada y le dijo: Mi niño sabía que lo lograrías y Sus ojos se cerraron para jamás volver abrirse       

viernes, 15 de junio de 2012

El Camino

Como todos los día, Nicolás se levanto a la mañana después de su rutina se dirigió a su trabajo, arrancó su motocicleta y tomo el camino más largo para disfrutar de los verdes paisajes que se asomaban en la ruta, siempre que el tiempo lo favorecía pasaba por aquel busque que lo llenaba de vida.  Un camino de tierra se adentraba en esa naturaleza, Nicolás se preguntaba hacia donde llevaría ese camino. Por olvido o falta de tiempo nunca sacio su necesidad de aventura.
En la mensajería, lugar de su trabajo, el jefe le dio una encomienda para entregar. Para su sorpresa el destinatario se encontraba detrás del bosque que el tanto admiraba. Teniendo diferentes caminos para hacer la entrega, decidió entrar a la aventura y pasar por esa calle que tantas dudas le impuso.
Salió con su moto como un rayo, en pocos minutos estaba enfrente de esa calle, la intriga le ordenaba ingresar pero la desconfianza mantenía su mano fuera del acelerador, como la característica más fuerte de Nicolás era ser impulsivo, se dijo: ¡es solo una calle que no lleva a ningún lado hare unas distancias y si no encuentro salida me vuelvo y Ya! hundió la muñeca en el acelerador y marcho por el incognito camino. Todo normal de momento se decía disfrutando el viento y los arboles arqueados en forma de cuevas, la luz de a poco disminuía
En un momento, le pareció que unos de los arboles se sacudió con rudeza, al voltear una raíz que sobresalía en el medio del camino hizo trabar la rueda de adelante y salió despedido de la moto para dar un fuerte golpe en la cabeza contra un árbol, segundos antes de desvanecerse vio como los arboles cercanos doblaban su tronco para observarlo de cerca, los más alejado, se trasladaban sobre sus raíces deslizándose como tentáculos en los pulpos, después todo se le torno oscuro por un varias horas.
Al despertar, confundido por el golpe, miro hacia ambos lados y solo encontró llanura, el fuerte dolor persistía y volvió a desmayarse.
Una voz en el aire lo llamaba por su nombre, “Nicolás despierta tienes que comer para recuperarte” decía. Al despertar vio que estaba oscureciendo, se encontró rodeado se frutas en grandes cantidades y diversos colores. Dominado con un hambre voraz, se deleito con cada fruta que saboreaba, al terminar todavía se sentía débil y decidió reposar para descansar y recuperar fuerzas.
La luz del sol lo despertó, el hambre le retorcía las entrañas, al despertar mas y mas frutas, con desesperación se alimentaba como un animal hambriento. Cuando cesó el hambre sintió un dolor agudo en los antebrazos y en la parte interna de las rodillas, satisfecho de tanta comida no quería moverse, se dio unos rascones y con desesperación vio manchas de sangre en sus manos, al mirar noto que las raíces como agujas se cavaban en su venas, su cuerpo enflaquecido no le permitía correr se arrastro hacia la moto inútilmente, de pronto sintió que algo se enroscó en sus piernas y la voz dulce resonó en forma demoniaca ¡tú no te irás!
Y lo elevo a lo más alto, entre cuervos y buitres descubrió cientos de cadáveres hacia abajo, delgados, putrefactos, consumidos hasta la última gota de sangre.

domingo, 10 de junio de 2012

La Criatura Nocturna


Raúl odiaba trabajar y teniendo una familia que mantener, decidió hacerse Personal de Seguridad. Disuadido por las amistades que trabajaban en el ese rubro, y al no hacer esfuerzo alguno, le pareció que sería agradable sentarse a esperar al fin de mes por su paga.
Un amigo le presento a su supervisor de seguridad y en pocos días ya tenía su uniforme y un puesto de trabajo para cubrir, estuvo en malas situaciones por su irresponsabilidad, que decidieron sus superiores en ubicarlo en un lugar en donde no molestaría, así que fue destinado a cuidar una campo en donde se construiría un barrio cerrado.
Tomando varios transportes para llegar a su nuevo objetivo se encontró frente a un arco de cemento pintado de color salmón, debajo una garita y a los lados dos barreras que permitían el ingreso y el egreso de los vehículos. Con su bolso en el hombro toco la puerta y un vigilador que estaba preparado para retirarse lo atendieó muy amablemente,
El Muchacho al abrirle la puerta le dijo: Hola soy Gerardo el vigilador de la mañana tu eres Raul mi relevo ¿verdad?
Raúl- si es verdad, soy el vigilador nocturno, este es mi primer día.
Gerardo: muy bien te dejo con Víctor estarás con él toda la noche, y en voz baja le dijo; “no creas nada de lo que te cuente”, él esta medio loco, jajaja Nos vemos mañana, los saludo dándole la mano y se retiro.
Sin darle mucha importancia entro mirando cual sector seria el apropiado para dormir toda la noche, y dijo hola soy el nuevo vigilador nocturno, ¿como estas?, tu eres Víctor no?
Víctor lo miro de reojo, anoto algo en su libreta y la guardo en su bolsillo y dijo; Buenas noches, así es, soy tu compañero, levantándose de la silla le dijo acompáñame te llevaré a tu puesto.
Juntos salieron y se subieron a un carrito de golf, si emitir palabra alguna, después de internarse en ese campo con sola una casa grande lo dejo a unos kilómetros de la entrada, en una garita pequeña anti balas, y le dijo; mira el trabajo es muy siempre, primero NO TE DUERMAS, y si resistes cuando salga el sol te vendré a buscar y te irás pues ya estará tu relevo, girando el vehículo para regresar Víctor lo miro por última vez y le dijo, una cosa mas no salgas a fuera por ningún motivo los cazadores usan la garita como tiro al blanco, después no digas que no te avise, sonrió por debajo y se retiro a su puesto.
Raúl lo miro y se dijo Viejo loco parece que Gerardo tiene razón, este me quiere hacer ganar el derecho al piso ( Cuando una persona es nueva en cualquier lugar, pasa por una cargada de sus compañeros que puede ser un susto o cualquier otra cosa), patrañas se dijo.
La noche comenzó a caer y el lugar se torno fresco, una neblina comenzó a bajar lentamente hasta cubrir todo el lugar, Raúl se acomodo en su pequeño espacio, iluminado por una lámpara amarilla y un Handy (HT), que de tanto en tanto hacia una interferencia.
Después de alguna horas estando ahí, mirando solamente una luz a lo lejos que seria la única casa que se encontraba, el sueño lo empezó a dominar, peleando en contra de sus parpado para no cerrarlos escucho varios pequeños sonido como que alguien golpeara la ventana, Raúl se levanto rápidamente pero no vio nada, al acomodarse para ya dormir definitivamente escucho que un auto móvil se acercaba, salió y se dio cuenta que era su jefe que venía a controlarlo, parado del lado de la ventanilla del conductor hablo unas palabras con su encargado y este se retiro.
Bueno, dijo raul ya esta no vendrá mas nadie es hora de dormir, coloco su campera como almohada y se recostó sobre la pared fría de metal, al cabo de unos momento, sintió nuevamente los mismos golpes desde afuera, se paro y al revisar no había nadie, se recostó nuevamente y pensó me haré el dormido seguro que es el viejo loco para asustarme, pero horrorizado noto que una manito pequeña le golpeaba la ventana con su dedo índice, de un salto ya se encontraba abriendo la puerta y vio que un niño pequeño se estaba delante de él parecía que tenia entre tres o cuatro años, vestido con Short azules y una remera gris y calzaba unos zapatitos muy sucios, era de cabellos rubios cortos, ojos celestes, y su pequeña cara las adornaban unas dulces pecas. Raúl pensó que seguro se escapo de la casa, y con el alma de padre bueno, le dijo, Hola pequeño, soy Raúl y estoy para cuidarte ven que iremos a tu casa, seguramente tus papás, te estarán buscando, el niño lo miro y movió la cabeza en forma de negación, ven le dijo Raúl, y al acercarse el niño retrocedió quedando a la misma distancia en que se encontraba, ven le repitió, no tengas miedos, seremos grandes amigos, el niño sin quitarle la vista retrocedió nuevamente y le sonrió de una forma Macabra, levanto ambos brazos y salto sobre él, Raúl se movió con ligereza y evito ser atrapado pero al darse vuelta noto que la garita estaba muy lejos de él, dio un vistazo al niño y descubrió que ya no era la dulce imagen, sino que era una criatura con grandes brazos apoyados en el suelo, el cuerpo entre mesclado con piernas cortas que le salían del abdomen, su cabeza ovalada ojos negros que brillaban en la oscuridad su boca, cubría gran parte de la cara, un chillido rompió el silencio. Raúl comenzó a correr Hacia la entrada que se encontraba su compañero, corrió grandes distancias sintiendo que la criatura lo seguía de cerca, desconcertado noto que cruzaba pantanos y alambrados, en pequeños momentos de lucidez sabia que el niño lo había hipnotizado para llevarlo tan lejos, ya le faltaba poco por llegar a la puerta, Víctor lo estaba esperando gritándole ¡un esfuerzo mas y llegas!, sentía de vez en cuando, las garras de la criatura hundirse en su espalda, ya casi podía sentirse entrando a la puerta, estando ya a unos pasos, Víctor le cerró la puerta en la cara, Raúl en su desesperación golpeo con ambas manos y le gritó que habrá, sentía que la criatura lo acechaba, volteo rápidamente quedando de espaldas a la puerta, la criatura se le acercaba agazapada. Víctor lo observaba detenidamente desde adentro, con una sonrisa en su rostro gritaba; ¡AHORA! ¡AHORA!
La criatura Salto con las garras hacia delante, Raúl cerro los ojo y se cubrió con los brazos la cara esperando el contacto de las filosas garras, de pronto sintió disparo, la criatura lo golpeo con su cuerpo y cayó muerta en el suelo, Raúl levanto la mirada, y con horror vio que el dueño del rifle era una criatura similar a la que se encontraba en el suelo, giro con violencia el picaporte de la puerta, y se abrió, para su sorpresa Víctor también lucia igual, Raúl acorralado en una esquina. Víctor dijo, Gerardo me ganas la apuesta, explícale tú, Gerardo enforna de esa criatura le dijo no tengas miedo hace años estábamos buscando a este asesino no somos de este mundo, pero con tu ayuda lo atrapamos, toma esto es para ti, y le arrojo una bolsa de tela marrón con monedas de oro dentro, ya no tendrás que trabajar más, como tú querías.
Esas dos criaturas lo saludaron, uno de ellos le dijo en forma burlona ¿Quien es tu Dios ahora?
tomaron a rastra a la criatura muerta y se perdieron en la bruma espesa, solo un luz azul brilló al salir como una rayo de entre los arboles hacia el cielo.
Raúl tomo el teléfono y llamo a su jefe, solo dijo Renuncio.   

jueves, 31 de mayo de 2012

El Linyera

Siempre lo encontraban ahí, bajo el gran ombú que simbolizaba el pueblo, ese hombre que todos ignoraban, la gente al pasar frente a ese sujeto bajaba la cabeza para no mirarlo, los más compasivos le dejaban dinero o algo para comer pero cuando lo veían que se acercaba salían a paso agigantados.
Ese hombre vestido con ropajes viejos e incoloros, sucios por demás, ojos oscuros como la noche más espesa, una selva negras de bellos entrelazados en su rostro y comunidades de insectos acompañaban a ese ser tan extraño y solitario. Su rostro, maltratado por los años daba una imagen de demencia hacia los demás.
Todos sabían que detrás de ese hombre loco, para todos, traía una historia entre sus manos que nadie se atrevió a preguntar. Nadie sabía quién era realmente, los más ancianos dijeron que cuando eran pequeños él ya vivía en ese árbol, maldiciendo a quienes pasaban por delante de él, muchos decían que vino de la guerra y se instalo en ese árbol, por eso la policía no lo molesta por ser un veterano de guerra, otros afirman que mato a su familia en estado de ebriedad y se refugió en este pueblo, todos estipulaban pero nadie sabía realmente que ocurrió con ese hombre.
Gabriela una pequeña niña siempre lo observaba desde la ventana de su casa, antes de ir al colegio, se acercaba a una distancia prudente y le dejaba su almuerzo, levantaba su manito para saludarlo y corría hacia el colegio, al volver subía al departamento y lo observaba largas hora, cuando sentía que las mirada se cruzarían ella se escondía debajo del marco.
Una noche, una tormenta se aproximaba las noticia pronosticaba una lluvia intermitente vientos que azotaría violentamente todo el pueblo. La niña al escuchar la noticia pensó en el linyera, abrió la nevera, tomo algo de alimento y se dispuso a llevárselo a ese hombre.
Salió de su casa sin que sus padres se den cuenta, cruzo la avenida y se interno en el parque, los vientos ya se anunciaban en las copas de los arboles, de un fuerte tirón un cable de electricidad se dirigía hacia ella, con los ojos perpetuos se paralizo, sintió que alguien de un salto abrazador evito su muerte evidente, la niña en su desesperación trato de gritar al ver que la llevaba al gran ombú, pero una mano sucia y olorosa tapaba su boca.
Al llegar ese hombre le dijo tranquila niña no te hare nada, mira, y desde el gran hueco del ombú, el hombre con su brazo izquierdo corría una gran lona y Gabriela veía como los rayos iluminaban la noche y el viento usaban a los arboles más jóvenes como látigos que castigaban las ventanas de las casas.
La niña al vencer el miedo y el fuerte olor del lugar le pregunto al extraño señor: ¿es verdad que fue un soldado?
El hombre le respondió: NO
¿Es verdad que mato a su familia?
El hombre sonrió y mirando la lluvia le contesto NO
Entonces ¿quién es Ud.?
El hombre la miro, conquistado por la inocencia de la niña, le respondió: una vez hace mucho tiempo atrás, vivía en un castillo, el dinero y las cosas maravillosas que todo ser sueña yo lo tenia, la codicia enveneno mi espíritu y siempre quería más y más, hasta que llego ese maldito día en que le pedí a un ser malvado que me diera la vida eterna y sentir por siempre el amor de mi querida esposa. Ahora estoy aquí, mi amada murió y yo estoy muerto encerrado en este cuerpo con vida, alimentado por una niña que se compadeció de mi.
Te mostrare una cosa, ella es Marbé mi amada esposa y al sacar una manta un esqueleto relleno de flores cayó al piso, el hombre dijo Marbé saluda a Gabriela, entonces el esqueleto, movió su cabeza y una vos se escucho “hola Gabriela” “seremos grandes amigas”.
La niña de un salto quedo parada, corrió con todas su fuerzas hacia su casa esquivando ramas, la lluvia nublaba su vista, gritando mama, mama. Llegando a su hogar escucho su nombre al ver a su madre corrió a abrazarla, llorando la madre le pregunto ¿qué te ha sucedido?
A lo cual la nena le respondió ese hombre quiso comerme.

viernes, 18 de mayo de 2012

El paquete



Teresa era una mujer muy chusma, viuda, sin nada mejor que hacer, hizo en su casa varias ventana para no perderse detalles de lo que pasara afuera, la gente la ignoraba porque lo poco que salía era para preguntar de la vida de los demás, discutía en cualquier situación en donde no conseguía la razón de lo que estaba hablando, tanto fue su curiosidad que se obsesiono y según ella  tenía de vecinos convictos, asesinos y brujos.
El lugar en donde residía era un pueblo de pocos habitantes lo que hacía que todos o la mayoría conocieran a Teresa.
Una mañana, teresa hacia sus quehaceres cuando escucho que la llamaban mediante aplausos desde el portón de su casa, miro por la venta y vio a un hombre desmontando su caballo, ella se asomo a la puerta y pregunto: ¿que se le ofrece?
El extraño respondió: Disculpe buena señora, soy un trabajador de la nueva estancia que está en construcción, quería pedirle, a pesar que no me conoce,  sería tan amable de guardar este paquete, qué, al terminar mi trabajo del día lo retiraría a la media noche, pues tengo una fiesta y el regalo lo envolví cuidadosamente, y en la estancia se arruinaría.
Ella lo miro bien y noto que era un paquete enorme cubierto con un papel muy festivo rosa, y una gran cinta roja en forma de cruz, en la intersección terminaba con un gran moño del mismo color, teresa se acerco y le contesto: si buen hombre, lo guardare con mucho gusto, ella tomo el paquete con ambas manos lo saludo al caballero e ingreso a su hogar.
Sentada delante del paquete que se encontraba en la mesa, se preguntaba qué será lo que habría dentro, lo alzaba, lo sacudía un poco con el oído pegado a la caja y nada, lo miraba a tras luz, tampoco.
-          Mmm ¿qué será que tiene dentro?
-          ¡la intriga me mata!
Teresa salió de su casa a la tienda, busco el mismo envoltorio + cinta y regreso a su casa.
Miro el paquete detenidamente para recordar la forma en que estaba cerrado y se dispuso a  abrirlo. La sorpresa fue tan grande, que lanzo el paquete al piso, desesperada vio con horror que en la caja se encontraba restos humanos, un brazo y una pierna agusanado. Al tirar la caja los miembros saltaron al piso y volvieron a su lugar como si tuvieran vida propia, los dedos de la mano la señalaban a teresa y se movían de forma que parecía que se rehiera de ella.
Teresa no aguanto más y corrió hacia la iglesia por ayuda, ahí se encontraba el curita del pueblo. Teresa llego y le dijo: ¡Padre!, ¡he pecado!
El Padre, contesto: Tranquila hija que te sucede, cuéntame pero tranquilízate, y ella tomo asiento, respiro Profundo, le conto con detalle y un poco mas inventado por ella.
El cura la miro, y le dijo mira yo sabía de estos caso, nunca pensé en que me tocaría ser testigo de algo así, le explicare tú eres una persona que se interesa en saber la vida de los demás, ¿no?
Teresa: Si, padre.
La biblia no dice nada en estos casos, pero he oído que tienes que juntar siete chicos menores de siete años, tienen que salir todos juntos y el más pequeño debe de entregar el paquete con la mano izquierda, deberás de persuadirlo para que sea el más valiente. El Padre le dio su bendición, le dijo que dios te acompañe querida hija, rezare por ti, ¡una cosa más, si no lo logras él te llevara!
Al salir de la Iglesia fue directo a la tienda, compro todo tipo de juguetes, adornos para una gran fiesta, globos y todo lo que le parecía que a un niño le gustaría (a pesar que ella odiaba a los niños), Fue casa por casa, invitando y responsabilizándose de que los vendría a buscar y los traería, la gente que la conocía ni siquiera le prestó atención, pero gente que recién se había mudado al pueblo, la atendió con gran placer, cosa que ella le resulto algo entrañablemente gustoso.
La hora pasaba y Teresa aun buscaba más niños, ya casi rogando consiguió a base de mentiras el último niño. Los llevo a su casa, y rápidamente cubrió el endemoniado paquete con una manta, después lo envolvió entre nauseas y arcadas, lo dejo tal cual estaba.

Se desplego una gran fiesta infantil entre conversaciones que vendría el invitado y que ellos tendría que salir todos juntos a entregarle el paquete al homenajeado.
Todos los chicos estaban contentos, por ese gran evento y aceptaban sin problema el único requisito que la dueña les imponía. La hora se acercaba, ya eran 23:40 hs los niños ya cansados de jugar empezaron a tener sueño, ella los entretenía lo más que podía, los sentados casi dormidos ella los levantaba de un tirón y bailaba para despabilarlos. Al fin faltaba cinco minutos para la media noche, los niños cansados ya quería volver a sus casas, ella los junto en la puerta diciendo con alegría el invitado ya está por venir, algunos niños descifraban el terror que había en los ojos de teresa, y cambiaron de opinión ya no querían salir, en el último minuto Teresa le dijo: si salen todos y el más pequeño entrega el paquete a nuestro invitado se llevaran todo lo que ven aquí, ellos gritaron de alegría llenos de inocencia ¡Bien!
Y Golpes con aplauso fuerte marco la hora, era él. Teresa se asomo y vio que ya no era el buen caballero sino que era un jinete con caballo negro, fuegos despedía de su boca.
 El jinete, un hombre extremadamente grandes, con una capa que cubría su cuerpo, una capucha negra como la noche, el claro de la luna descubría sus huesudos rasgos calavericos, Su exuberante boca entrelazaban grandes colmillos y dientes exagerados con ojos del color del mismo infierno.
Ella le dijo, a que no saben chicos, nuestro invitado ¡llego disfrazado!
Con su inocencia gritaron ¡Bien! y salieron a su encuentro.
Según lo pactado el niño pequeño entregó el paquete, ese demonio con furia se lo arrebato de sus manos y al quitárselo lo araño con su largas garras. El niño de un grito se desmallo, mientras el miro directamente a la ventana en donde Teresa estaba observando todo, le Dijo: Osas, en engañarme, te quitare el alma de tu cuerpo y beberé tu sangre gota, gota. JAJAJA
¡ESTO, NO HA ACABADO! ¡NI PARA USTEDES TAMPOCOS, MAL CRIADOS!
Se alzo el caballo de forma rampante y con un fuerte redicho, de un salto desapareció dejando un humo oscuro
Teresa corrió en busca de los niños, que se encontraban llorando por el pequeño desmayado, los entro rápidamente a su casa, al despertar el pequeño le hizo prometer que nadie deberá saber lo que ocurrió, porque el hombre volverá a buscarlos, luego de esas palabras los llevo a cada uno a sus casas.
El tiempo pasó y cada año fallecían unos de los niños de la fiesta. El pueblo conmocionado buscaba una explicación de por qué a temprana edad niños se suicidaban, los policías investigaban pero no llegaban a ninguna conclusión.
Solo quedaba Teresa y el pequeño niño valiente.
Pasado un año de lo ocurrido, teresa no recibió jamás un paquete ni del correo, cambio su manera de ser hacia los demás, hasta se convirtió en una animadora de fiesta, la gente comenzó a tolerarla y aceptarla.
Un día, ella volvía de su trabajo, ya oscuro, abrió la puerta y en sus pies se encontraba una carta en el suelo ella la levanto, al abrirla decía: ¿TE HAS OLVIDADO DE MÍ? Y la carta se incinero entre sus dedos mientras que algo sintió apoyarse sobre su hombro.

Así, termina mi historia, pues en ella escribo mi verdad, porque sé que soy el próximo, ya siento su presencia, la carcajadas diabólicas cada vez están más cerca, sé que me acecha, sé que es mi turno.

P/D: ¡Te quiero Mamá! Se que no me puedes ayudar