Era de noche los rayos partían lo cielos, me encontraba solo con mi
niña, en un momento se corto el suministro eléctrico, corrí junto a ella
guiados por los gritos de espanto, al llegar le dije tranquila solo es
una tormenta mas y la luz volverá en breve,
no grite por la tormenta ni el corte de luz. Me asunto la niña que
apareció de bajo de mi cama diciendo que cuando se corte la luz me
llevaría.
Este blog se basa en cuentos de terror, misterio y suspensos creados por mi. Espero que les gusten y comenten.
sábado, 5 de julio de 2014
Curiosamente
Desde niño me interesaba todo lo relacionado con lo paranormal como casa
embrujadas, esquinas con aparecidos. etc. pero lo que mas me llamaba la
atención era un convento antiguo, ya abandonado que se encontraba a
unas cuadras de mi casa. A la noche la gente decía que se escuchaba
claramente el llanto de mujeres, todo tipo de golpes como también pasos
arrastrando cadena, lamentos etc.
Una noche con mi mejor amigo decidimos ir a investigar, tomamos unas linternas y a la media noche ya estábamos recorriendo esos pasillos oscuros con el vaivén de las luces blancas, Basura, Basura y mas basura, solo eso había. Recorrimos cada habitación solo una puerta no pudimos abrí, y acá empieza lo tenebroso. Jalábamos la puerta con fuerza, sentíamos como si alguien estuviera del otro lado tratando de evitar que entráramos, lo sabíamos pues sentíamos como cedía algunas veces y volvía a cerrarse, pensábamos que era una pareja buscando intimidad. Así que decidimos irnos, le dije a mi amigo ya los fastidiamos bastante vámonos, caminábamos a la salida cuando de repente, la puerta se abrió de golpe, junto con un alarido que helo el ambiente, vimos como una mujer se asomo lentamente sobre el marco de la puerta, iluminada por las luz de las linternas no podíamos creer lo que veíamos, paralizados por el miedo, esa cosa espantosa que nos obserbaba en el medio del pasillo, comenzó a caminar lentamente, arrastrando su pie derecho, vestía una sotana negra muy gastada, su piel era blanca, el miedo paralizaba cada centímetro de mi cuerpo mientras esa extraña dama se acercaba hacia nosotros, mi linterna cayo, vi a esa mujer frente mío, cayéndose o descansando sobre mi cuerpo con una voz muy desgarradora dijo ¡AYUDENMEN!, ese sonido me libero de mi parálisis, sentí que algo trato de apoyarse sobre mi pero traspasó mi cuerpo era un ente, un ente de sufrimiento, corrimos hacia la salida, las puerta se cerraban y se abrían, golpes en la pared, gritos desgarraban el silencio, hasta que por fin salimos. Corrimos como diablo cada uno hacia su hogar, esa noche no pude dormir, en mi ventana me observaba esa mujer toda la noche, al día siguiente me encontré con mi amigo y el me conto exactamente lo mismo esa mujer estuvo pacientemente observándonos desde nuestra ventana toda la noche.
Una noche con mi mejor amigo decidimos ir a investigar, tomamos unas linternas y a la media noche ya estábamos recorriendo esos pasillos oscuros con el vaivén de las luces blancas, Basura, Basura y mas basura, solo eso había. Recorrimos cada habitación solo una puerta no pudimos abrí, y acá empieza lo tenebroso. Jalábamos la puerta con fuerza, sentíamos como si alguien estuviera del otro lado tratando de evitar que entráramos, lo sabíamos pues sentíamos como cedía algunas veces y volvía a cerrarse, pensábamos que era una pareja buscando intimidad. Así que decidimos irnos, le dije a mi amigo ya los fastidiamos bastante vámonos, caminábamos a la salida cuando de repente, la puerta se abrió de golpe, junto con un alarido que helo el ambiente, vimos como una mujer se asomo lentamente sobre el marco de la puerta, iluminada por las luz de las linternas no podíamos creer lo que veíamos, paralizados por el miedo, esa cosa espantosa que nos obserbaba en el medio del pasillo, comenzó a caminar lentamente, arrastrando su pie derecho, vestía una sotana negra muy gastada, su piel era blanca, el miedo paralizaba cada centímetro de mi cuerpo mientras esa extraña dama se acercaba hacia nosotros, mi linterna cayo, vi a esa mujer frente mío, cayéndose o descansando sobre mi cuerpo con una voz muy desgarradora dijo ¡AYUDENMEN!, ese sonido me libero de mi parálisis, sentí que algo trato de apoyarse sobre mi pero traspasó mi cuerpo era un ente, un ente de sufrimiento, corrimos hacia la salida, las puerta se cerraban y se abrían, golpes en la pared, gritos desgarraban el silencio, hasta que por fin salimos. Corrimos como diablo cada uno hacia su hogar, esa noche no pude dormir, en mi ventana me observaba esa mujer toda la noche, al día siguiente me encontré con mi amigo y el me conto exactamente lo mismo esa mujer estuvo pacientemente observándonos desde nuestra ventana toda la noche.
Noche de Luna llena
Era una noche de espesa bruma, yo caminaba por el cementerio, de
repente, yo vi un hombre. Apoyado en una lapida, pase lo mas
disimuladamente posible, pero su voz resonó en la oscuridad, tu no
deberías estar aquí. comencé a caminar a paso ligero para tratar de
salir de ese lugar, sonidos de laméntenos se escuchaban, en un momento
una horda de zombis me tenían acorralado, como veía que eran lentos
comencé a evitarlos, manotazos que golpeaban mi ropa pero era fácil
escapar, casi sonriendo buscaba la salida de repente varios zombi
estaban de rodilla como adorando a alguien, todos miraba a la misma
dirección, en la dirección del portón del cementerio la bruma era cada
vez mas espesa, pensé no hay nada que temer y me dirigí a la salida,
casi por salir, sentí unos aleteo fuertes algo muy grande se acercaba
hacia mi, miraba a ambas direcciones, pero nada, no veía nada en
absoluto. De repente un ser horrendo, un humanoides de color rojo fuego
con alas enormes, era una gárgola. Se posó en frente de mi, mirándome
fijamente, en segundo se abalanzo atrapándome con sus garras teniéndome
de espalda al piso, no podía moverme solo pude observar como los zombies
se acercaban lentamente hacia mi, mientras la gárgola o lo que fuese me
tenia fuertemente agarrado, veía como esos muertos se acomodaban
lentamente para su festín y una vos escuche, te dije que no deberías
estar aquí.
mini cuento
Hace 10 años, dormía plácidamente, cuando una manito estiro mis dedos,
desperté de un salto, me dijo papa tengo sed, corrí a la cocina por una
vaso de agua, pero cuando me di cuenta que no tenia hijos hice mis
maletas y me fui de donde estaba alquilando
La despedida
Estaba en la casa de un buen amigo, que con motivos vacacionales, se
encontraba en su hogar, Compartiendo una bebida caliente tradicional
como “el mate”, Charlábamos de diferentes cosa, la tarde transcurría y
comenzaron a ocurrir cosas, miraba la ventana y veía como algo o alguien
nos observaba, era algo extraño pues mi buen amigo vive en un piso 5º,
de tanto en tanto un viento frío hacia estremecerme, solicitaba que
cierre alguna ventana a lo cual mi amigo me decía que todas las ventana
estaban cerrada, como también los aires acondicionados estaba apagados.
Pero bueno, como nos conocíamos de muy pequeños comenzó con: tengo historias de terror para contarte, yo sonreí y le pedí que comience. Pero la campanilla del teléfono sonó de repente tomo su móvil y se fue a la cocina para hablar, con un gesto de ya vuelvo, me puse a mirar unas anotaciones, entre pequeñas cosas pude escuchar algo que me llamo la atención, la vos de mi amigo se acongojaba y solo dijo- “no lo puedo creer fue como un padre para mi” en unos instante golpearon a la puerta, el se acerco hasta el desayunador que esta en su cocina para indicarme que habrá, vi como sus ojos estaban a punto de reventar en lágrimas, me acerque a la puerta , al abrir una persona muy delgada y de estatura muy alta se quedo mirándome, era un tipo raro de traje y corbata vestía todo de negro, me miro y me dijo esta el señor de la casa, tengo que hablar con el urgente, a lo cual le respondí ahora esta al teléfono muy ocupado, me miro y dijo Volveré en otro momento. ok le respondí, volví a mi asiento y espere, al cabo de unos minutos mi amigo volvió (como decirlo, destruido), solo me dijo se murió mi 2º papa, esas palabra fuero desgarradoras para mi pues conocía su historia pero no tuve la oportunidad de conocer ese buen hombre, me dijo, me acompañas al despedirlo? , pues claro le conteste.
Fuimos en mi auto, y en 20 min ya estábamos ahí, lo acompañe hasta la entrada y le dije tomate el tiempo que sea necesario amigo aqui te espero. Me miro y dijo,
ven
acompáñame por favor, así que entre, y fuimos hasta el féretro, al verlo
se le aflojaron las piernas y pude sostenerlo, entre lagrimas y llantos
le decía “te quiero papa”, y me dijo; mira no es el mejor lugar pero te
presento al hombre que me ayudo y me crio como su hijo, salúdalo
Gastón, (nunca les dije que jamás me gustaron los velatorios pues no
puedo ver un cadáver). Al mirarlo quede asombrado, con mucho miedo y
petrificado, pues era el hombre que toco la puerta de la casa de mi
amigo.
Pero bueno, como nos conocíamos de muy pequeños comenzó con: tengo historias de terror para contarte, yo sonreí y le pedí que comience. Pero la campanilla del teléfono sonó de repente tomo su móvil y se fue a la cocina para hablar, con un gesto de ya vuelvo, me puse a mirar unas anotaciones, entre pequeñas cosas pude escuchar algo que me llamo la atención, la vos de mi amigo se acongojaba y solo dijo- “no lo puedo creer fue como un padre para mi” en unos instante golpearon a la puerta, el se acerco hasta el desayunador que esta en su cocina para indicarme que habrá, vi como sus ojos estaban a punto de reventar en lágrimas, me acerque a la puerta , al abrir una persona muy delgada y de estatura muy alta se quedo mirándome, era un tipo raro de traje y corbata vestía todo de negro, me miro y me dijo esta el señor de la casa, tengo que hablar con el urgente, a lo cual le respondí ahora esta al teléfono muy ocupado, me miro y dijo Volveré en otro momento. ok le respondí, volví a mi asiento y espere, al cabo de unos minutos mi amigo volvió (como decirlo, destruido), solo me dijo se murió mi 2º papa, esas palabra fuero desgarradoras para mi pues conocía su historia pero no tuve la oportunidad de conocer ese buen hombre, me dijo, me acompañas al despedirlo? , pues claro le conteste.
Fuimos en mi auto, y en 20 min ya estábamos ahí, lo acompañe hasta la entrada y le dije tomate el tiempo que sea necesario amigo aqui te espero. Me miro y dijo,
El Accidente
Caminaba bajo el éxtasis de saber que hasta dentro de dos días no
volvería al trabajo, andando como todos los días en dirección al ómnibus
que me llevaría a mi hogar, al llegar me detuve envuelto en mis
pensamientos, recordaba las discusiones y cambios de proyecto, como era
habitual en mí. La atardecer se convirtió en oscuridad, las luces de la
ciudad hacían agradable la vista en avenidas y plaza y yo parado en
medio de estas, esperando el colectivo, la gente una a una se retiraba
al encontrarse con su transporte que desgraciadamente pasaban sin la
suerte que fuera el que yo necesitaba, hasta que se fue el ultimo y me
quede solo. Tome asiento pues ya mis piernas me lo pedían a gritos, me
relaje juntando el alivio que se siente al saber que al otro día no
regresaría al trabajo y quede súbitamente dormido, e ingrese en un sueño
que mi mente tejió en ese momento supongo yo con los excesivos ruidos
de mi entorno. Me encontré en el mismo lugar sentado de la misma manera
que recuerdo, una persona estaba a mi lado, mientras me observaba y
después dirigía su mirada a un sitio en especial, era como que me
invitaba a mirar, donde su ojos posaban era en una mujer con una niña
que caminaban por la vereda de la plaza hasta llegar a la avenida, se
notaba que la traviesa niña no se dejaba controlar por su (creo yo) su
madre, y al llegar a una esquina de esa calle extremadamente grande , la
niña suelta la mano de la mujer y corre hacia los vehículos que andaban
a alta velocidad, la suerte de la niña llego hasta el centro de la
avenida que fue cuando una camioneta la impacto volando por los aires y
caer a mis pies el cuerpo sin vida. En ese momento una carcajada de la
persona que tenia al lado surgió de repente volteé a mirar no vi a esa
persona vi a la niña sentada al lado mío mirándome fijamente y ahi
desperté de un salto y al instante, mire sobre mis hombros y note que
la fila se extendía a varias personas, en esos momentos arribo mi
colectivo y me fui a mi casa. El sueño me hincaba en mi mente,
perturbado aun por las escenas que formaros ese accidente me producía
impotencia y a su vez tristeza, ese hombre, tal vez formaba parte de mi
subconsciente de no haberla salvado, pues dentro de mi sabia que
ocurriría eso, apoye la cabeza en el respaldo del asiento y dormite
hasta llegar a la estación, nuevamente el sueño pero esta vez la escena
no cambio mucho solo la niña estaba conmigo, el escenario era igual pero
una niebla cubría el lugar, esa niña tomo mi mano, cruzamos la avenida y
fuimos a esa plaza mientras ella jugaba en las hamacas y se columpiaba
me miraba fijamente, sentí la presencia de alguien detrás mío pero no
podía dejar de ver a la niña, en una de esos momentos la niña miro mas
allá de mi espalda como anteriormente esa sensación de invitarme a
mirar, me di vuelta casi apoyada en mi con un movimiento vacio se
encontraba esa mujer colgada de una soga amarrada al cuello, sus ojos
dibujaba una sentimiento de desesperación, de sufrimiento y desconsuelo.
En ese momento desperté mire a mi alrededor, confundido, sabia que
tendría que estar sentado en el colectivo, mire hacia todos lados pero
no salía de mi confusión estaba aun en la parada, me pregunte como, como
podría ser. En ese momento escuche un grito; ayuda!!! –
desesperadamente, vi una niña como bailando en la avenida, sin pensarlo
me lancé hacia ella tomándola del cuerpecito, sacándola casi debajo de
una camioneta corrí hacia el cordón de la calle sosteniéndola con
fuerza, y ahí estaban ellas las niña y la mujer de esas pesadillas.
viernes, 29 de noviembre de 2013
Historia personal con el Pombero
La vida tiene muchas incógnitas, siempre me abuelo me
contaba esas historias de miedo, pero lo mas interesante era que me demostraba
que eran cierta. Una tarde me dijo, quieres saber si existe el
"pombero" ven vive en este tronco. Deja un abano y un vaso de whisky,
y veras cuando volvamos. Al cabo de 20 minutos regresamos al lugar, y el vaso
estaba vacio, y el abano consumido en su totalidad. Mirándome con una sonrisa,
mi abuelo me decía en vos baja mira esto, y le hablaba al tronco "antes de
dormir te traeré mas, solo protege esta casa que nadie se lleve lo que no le
pertenezca" volvíamos a su casa, ya estaba atardeciendo, mientras cocinaba
para cenar le pregunte, deberíamos llevarle lo que prometiste, el me respondió
ten paciencia y veras que el no se olvida.
Esa noche, dormí en el cuarto de mi abuelo, y le hice recordar antes de dormir, que falto a su promesa, con ese duende, el me dijo no te preocupes, ¿quieres saber si en verdad existe? solo espera. Cuando apago la luz, al cabo de unos minutos comenzó a escucharse, silbidos muy cerca, después esos silbido muy lejos, y piedritas golpeaban la ventana, mi abuelo me susurro, ¿Gastón estas despierto?, con miedo le dije que si, y le pregunte que era eso. El me dijo es el pombero, esta reclamando lo que le prometí, vienes conmigo a ese tronco para darle lo que supuestamente me olvide, si dudarlo le dije que si, me levante como un rayo, eso no me lo perdería y nos fuimos. dejo el whisky, y el cigarro, pidió disculpa por el olvido, y nos retiramos, los ruidos se dejaron de escuchar, y dormimos toda la noche.
A la mañana siguiente, mi abuelo desde su cama me despertó y me dijo ven vamos a ver que paso con el vaso, al salir, para mi sorpresa había pisadas de zapatitos muy pequeño al rededor de la casa, y al seguirlo terminaba las huellas en el tronco, mire a mi abuelo y el simplemente sonrió.
Esa noche, dormí en el cuarto de mi abuelo, y le hice recordar antes de dormir, que falto a su promesa, con ese duende, el me dijo no te preocupes, ¿quieres saber si en verdad existe? solo espera. Cuando apago la luz, al cabo de unos minutos comenzó a escucharse, silbidos muy cerca, después esos silbido muy lejos, y piedritas golpeaban la ventana, mi abuelo me susurro, ¿Gastón estas despierto?, con miedo le dije que si, y le pregunte que era eso. El me dijo es el pombero, esta reclamando lo que le prometí, vienes conmigo a ese tronco para darle lo que supuestamente me olvide, si dudarlo le dije que si, me levante como un rayo, eso no me lo perdería y nos fuimos. dejo el whisky, y el cigarro, pidió disculpa por el olvido, y nos retiramos, los ruidos se dejaron de escuchar, y dormimos toda la noche.
A la mañana siguiente, mi abuelo desde su cama me despertó y me dijo ven vamos a ver que paso con el vaso, al salir, para mi sorpresa había pisadas de zapatitos muy pequeño al rededor de la casa, y al seguirlo terminaba las huellas en el tronco, mire a mi abuelo y el simplemente sonrió.
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