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jueves, 28 de noviembre de 2019

La Casa embrujada

Érase una vez en una casa abandonada que llamaba la atención de todos los habitantes del vecindario, pues en las noches sobre todo cuando se acercaba la hora pasadas las 12 de la madrugada, se podían detectar sonidos que provenían de esta casa tan misteriosa.
Una noche cuando todo estaba en calma, de la nada se empezaron a escuchar estos sonidos bastantes peculiares. Uno de los habitantes que pasaba por el lugar, se armó de valor y decidió tocar a la puerta de la casa esperando recibir algún tipo de respuesta, al no recibirla decidió hablar en voz más alta
-Hola, ¿hay alguien ahí? –preguntó con curiosidad
Cuando decidió entrar se dio cuenta de que la puerta se encontraba abierta, al entrar en la casa, todo estaba oscuro y se veía a medias, la verdad aunque curioso y hasta el momento valiente, no sabía qué hacer, si avanzar o no pues el miedo lo invadió.
Al querer caminar le era imposible moverse y al querer hablar no podía articular palabra, al darse cuenta de esto entró en un estado de nervios pues se dio cuenta que de necesitar ayuda no podría pedirla.
Cuando estaba a punto de  enloquecer, comenzó a calmarse a sí mismo, y de a poco recuperó el movimiento, cuando se recobró e intentó escapar, se dio cuenta de que estaba encerrado dentro de la casa misteriosa y no tenía escapatoria todas las puertas y ventanas se encontraban cerradas.
Es ahí cuando decidió acercarse a la puerta y comenzar a dar golpes y a gritar mientras pedía auxilio esperando que alguien pudiera ayudarlo o avisarle a la policía, después de unos minutos lo escucharon, estos minutos pasaron muy lentos.
Los vecinos tuvieron que romper la puerta para poder ayudar al curioso hombre quien después de ese día no volvió a pisar más esa casa ni  de cerca y el misterio de los ruidos aún no se sabe de dónde provienen.

lunes, 14 de mayo de 2012

La Herencia

Juan llego a su nuevo hogar, pensaba que tener estilo es vivir en una casa enorme con muebles antiguos para darle un toque intelectual-artístico al ambiente y a su personalidad ante los demás.
Junto con el personal de mudanza ingresaron todo hasta el gran salón de la entrada. Juan dio un vistazo general para admirar la herencia que les dejaron sus abuelos al morir.
Frente a la puerta de entrada, vio una enorme sala que terminaba en una gran escalera que comenzaba desde la izquierda, subía y se inclinaba hacia la derecha. las habitaciones principales se encontraban al final de las escaleras, lo inquietante eran los cuadros que decoraban las paredes, personas que según él eran los antiguos propietarios de la mansión. De a momentos tenía la sensación que lo observaban, tomo sus bolsos y los llevo a lo que sería su habitación, abrió la puerta y se encontró que su cuarto era completamente negro con una alfombra Roja en medio, en donde se apoyaba una enorme cama antigua, ansioso de probar la cama, salto con alegría en ella y detrás de los quejidos que hacía, escucho también ¡No eres bienvenido aquí!
se detuvo para escucha mejor, solo sintió un silencio de un ambiente plagado de soledad. pensó como que su imaginación lo traicionaba y se puso a ordenar las cosa que traía en sus maletas, al terminar quiso dar un paseo para apreciar todo lo que tenia, salió del cuarto, mientras bajaba las escaleras, veía una a una a las personas de los cuadros y a cada uno le ponía un sobrenombre como pancho, tony y a los que no se les ocurría nada simplemente NN, lo que no sabia era que mientras dejaba atrás a los cuadros, esas imágenes se escabullían con gentos diabólicos, susurrando maldiciones que no eran captados por Juan, ellos lo observaban con furia y odio algunos lanzaban sus garras hacia él, otros solo lo miraba y hacían gestos de desprecio y enfado .
Al salir al parque la puerta se cerró con violencia, Se dijo: ¡La llave! ¡La he dejado dentro! ¡Qué idiota!
tomándose la cabeza, miro que en los canteros había una gran piedra, se dijo; romperé la ventana y estoy adentro nuevamente, cuando se dispuso a lanzarla, noto que la piedra se partió en su mano, al mirar había una llave dentro, en un suspirose dijo: ¡la copia de llave de la puerta!, sonriendo la guardo en el bolsillo y se dirigió al parque entre flores y hierbas mala, tenía la sensación que de entre las malezas se encontraba alguien, encogió los hombro y acelero el paso oía varias pisadas detrás de él, sintió que lo alcanzaba y se echó  a correr, con movimientos torpes intentó sacar la llave de su bolsillo, se sintió acorralado en la puerta, dio un giro veloz hacia su espalda y se encontró de repente en una tenue oscuridad que lo iba abrazando, la noche se estaba asomando.
Tomo la llave y al tratar de colocarla, la puerta se abrió con un ruido escalofriante, entro y con sorpresa se dio cuenta que las imágenes de los cuadros estaban en otra posición, en una actitud amenazante, como deseando salir, casi paralizado subió lentamente las escaleras, sin mirar a los lados, notaba que esos retratos lo seguía con la mirada, al llegar a la habitación, se encerró, y se escondió debajo de la cama. La noche se imponía acompañada de una bruma espesa, de pronto pasos se acercaban a su habitación, la sensacion de sentir tanto miedo presionaba fuertemente los dientes y los pasos se acercaban mas y mas hasta llegar a la puerta de su cuarto, fuertes golpes azotaba la puerta y se escuchaba varias personas pronunciar su nombre, una idea pasaba por su mente, pensó en saltar por la ventana pero esa idea se desvaneció al ver que de la ventana seres extraños se amontonaban para verlo, de tanto terror comenzó a gritar y sus grito se opacaban de diabólicas carcajadas, de repente una voz resonó en toda la casa ¡Vete y no vuelvas por aquí nunca más!
La puerta de cuarto se abrió, Juan Salió a toda prisa, bajo las escaleras y escuchando apodos y cargadas de aquellos personajes de la pintura que ya no estaban en los cuadros pues los encontró en el salón reunido. Damas antiguas, caballeros y condes, se desfilo hacia la puerta, la puerta se abrió y como un rayo, huyo para jamás volver a ese lugar.