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lunes, 31 de agosto de 2020

La muerte

 

La muerte


La noches se hacen cada vez más frías, el sufrimiento  de las pérdidas es más dolorosa cada día, no se resiste, el poder de ese extraño ser, en donde absorbe cada gota de mi esencia de la vida, me atrofia mi espíritu, el eco de los lamentó que recorre mis oídos ya no son míos, el ente entró en mis recuerdo y realizó un doloroso, ese pavoroso dolor de mis antepasados, el resultado, esclavo de mis pensamiento en este cuarto vacío, y desgraciado color blanco.




martes, 3 de diciembre de 2019

Unas Noches en la morgue


Era mi nuevo puesto de vigilancia, Ingrese a una clínica guiado por mi nuevo encargado de turno-sígueme te llevo a tu puesto, el anterior guardia no duro ni un día, espero que tu tengas maderas para esto, iras a la morgue, tu trabajo es simple quédate ahí hasta que termine tu turno y una cosa más, tal vez vendrá alguna ambulancia a retirar cadáveres, solo tienes que verle la cara a difunto y compararla con su identificación. mira bien (con una sonrisa en los labios me dijo) que no se lleven ningún muerto equivocado, eso realmente me estremeció y la verdad me dejo un sabor amargo en sus palabras. Me encontré sentado en una recepción en el Subsuelo, detrás, una puerta doble hoja en forma de vaivén que ingresabas a la morgue de la clínica.
Así trascurrió mi turno, pasaron los día y todo parecía normal.
Una Noche, en donde por situación normales no había descansado muy bien en mi casa, estaba en mi puesto de trabajo pero al pasar las hora comencé a batallar contra el sueño, en la vigilia note que algo salió velozmente de la puerta, paso por al lado mío corriendo Hacia el pasillo, me pareció que era una persona muy pequeña, pareciera una niña de unos 4 años de edad. La sensación de terror no tardo en envolverme, al cabo de unos minutos volvió a ingresar fugazmente hacia la morgue con una risa escalofriante. Desde esa noche comenzaron los problemas, note que a la misma hora salía esa niña, era una niña con vestido blanco, con una piel muy blanca, sus ojos ojerosos de pelo oscuro con dos moños en sus cabellos realmente me aterraba verla, pedí que me trasladen de lugar y me amenazaron con despedirme, realmente necesitaba el trabajo por eso no me fui.
Una Noche después de las 2:00 AM de la madrugada, escuche detrás de la puerta que me observaba una sonrisa se escucha muy suavemente, se me erizaba la piel el miedo hacia que mi corazón latiera fuertemente sintiendo que se me escapaba del pecho, aun así no emití sonido alguno, intenté pensar igual bajo toda esa presión, recordé una bolsita de caramelo de miel que tenía en el bolsillo, los saque muy despacio desenvolví la bolsa y me hice de 2 caramelo, una voz tímida salió de mi boca.-quieres un caramelo?- Dije; y la puerta se entre abrió, lo lance hacia dentro y espere, al minuto los dos envoltorios fueron lanzados hacia mí. Esta noche no tuvo más complicaciones.
Al otro día tome servicio con normalidad, espere que se hagan las 00:00 AM para lanzar dos nuevos dulces, al parecer fueron aceptados porque tuve una noche esplendida, y así nació una tregua, ella tenía sus dulces y yo una noche tranquila, hasta que el día que olvide de comprarle los caramelos, esa noche realmente fue intensa, la puerta se entreabría y unos chistidos salían de ella, la puerta se cerraba enérgicamente, pensé estoy en problema, la noche trascurrió con gritos llantos y portazos hasta las 06:00 am.
El día siguiente llegue muy bien preparado, traía, dulces de todo tipo para que esa niña que ya era parte de mi trabajo y puedo confesar que comencé a quererla, sentí que hizo un cambio en mi vida, me sentía alegre cuando recibía esos dulces, hubo inclusos noche que ella me convidaba de sus cositas, como también los días en donde me dormía sentía una caricia y hasta un beso de agradecimiento, sentía su inocencia, sus berrinches si el dulce no le gustaba pero era ella y yo.
Así pasaron los días, de camino al trabajo, pare a comprar sus dulces y unas colitas de pelo. Llegue a la clínica tome servicio y me dispuse a esperar a la hora de siempre, la noche se tiño de negro cuando dos enfermeros entraron a la morgue y salieron con una camilla y una identificación, la niña de la foto era ella, su cara angelical sumergida en un sueño profundo llevando su historia escondida en los profundo de su ser.
Las noches ya no fueron las mismas desde ese día, ya no sentí su risa, ni sus berrinches de niña caprichosa.


miércoles, 23 de octubre de 2013

El cazador de Almas




La noche me sorprendió, me encontraba perdido cerca de un lago, los sonidos de la noche me atormentaban junto con el temor de no encontrar el camino de regreso. Camine por el espeso bosque, las siluetas de los arboles bailaba en forma burlona. Sentía una mirada sobre mi, el gruñir de un animal me exigió correr a toda prisa, sin saber donde ir sorteaba arboles y rocas, de repente un gran oso paso por mi lado a toda velocidad, su rostro dibujaba un terror que no noto mi presencia. Porque Corre?, pensé que era yo la presa. Me senté sobre una gran raíz de un ombú para descansar.
En los oscuro recovecos note que me observaban, de un brinco me cobri detrás de esa raíz, una vos resonó en aquellos juncos, No te escondas de mi! dijo, Voy por ti.
Comencé a moverme sigilosamente para perderlo, pero esa cosa se movía con un movimiento ligero al ras del suelo, cada vez que giraba lo veía mas y mas cerca, recordé las historias de mi padre "Un cazador de almas" me acechaba. Mi fin es inminente. Solo me queda rezar, Ángel de la Guardia Dulce Compañía...
La presencia se mostro en frente a mi, Su rostro era pálido y alargado, una sonrisa que se extendía de oreja a oreja, dientes puntiagudos y filosos, no tenia cavidad ocular pero sus ojo oscuros estaban como adheridos a él, sentí las garras en mi pecho y el desprender de mi alma de mi cuerpo. Y ahí me vi postrado en un hospital casi muerto, escuchando a los médicos diciendo la hora de mi muerte, viéndolos alejarse de mi cadáver Sin alma.