sábado, 5 de mayo de 2012

El psiquiátrico maldito


Siempre pensé que mi trabajo era por vocación, en los centro de primeros auxilio me dedique a curar alguna herida o aplicar alguna inyección, como enfermero del pueblo, como era soltero y no llevaba conmigo las responsabilidad de mantener una familia, no dolió mucho las despedidas, con uno abrazos y besos de mi gente tome el ómnibus y partí hacia la gran ciudad para descubrir mi futuro.
 Al llegar, busque un apartamento humilde, compre el periódico para comenzar  a buscar empleo, la sorpresa era grande al leer que solo se necesitaba un enfermero para un psiquiátrico, entonces con el periódico bajo el brazo me dirigí hacia el lugar.
Parado en frente de un portón enorme con placas de bronce cubierto de sarro que podía distinguir que estaba enfrente del un “loquero”, respire profundo y toque el timbre un sonido desgarrador me hizo saber que a la puerta, la destrabaron desde dentro, al ingresar me encontré con un pasillo largo alfombrado con cuadro de valla a saber uno quienes eran las pinturas de los hombres que decoraban el lugar, después de pasar dos rejas que abrían de la misma manera que el portón , encontré la recepción y una secretaria que los años no le asentaba del nada bien, parecía que detrás de capa y capas de maquillajes se encontraba algo “pior” que lo que dejaba mostrar. Sin hacer un gesto (creo yo que por todo ese maquillaje no podía) me dijo;
-¿Que se le ofrece?
Buenos días le respondí vengo por el aviso
Ella me miro de arriba-abajo y me pregunto ¿Ud. es enfermero?
-Así es le respondí y le quise mostrar mi carta de presentación y mi hoja de vida pero al parecer no le interesó
- si me dice que es enfermero ya con eso es suficiente, llene estos formularios y venga mañana con el ambo que empezara en el horario nocturno a trabajar con nosotros.
-desde luego le respondí, completé, firmé, armé y hasta me acalambré la mano escribiendo pero termine al fin
Mirando el formulario me dijo, Bien entonces lo espero a las 19:00 hs y se le explicara cómo se trabaja acá Mijo.
Me fui con grandes ilusiones de ese lugar, llegue a mi pensión acomode muy contento mis pertenencias y me fui a dormir.
Al otro día hice unos tramite y compre algo como para mantenerme y cuando mire el reloj ya se acercaba la hora de ir a trabajar y salí para llegar temprano
Toque el timbre y nuevamente la puerta se abrió tétricamente como la ultima vez y me presente con la recepcionista
Buenas tarde le dije ella me miro y me dijo esta es una llave maestra esto significa que abre todas las puertas desde la que esta atrás mío como todas las que se encuentran adentro ok? Bueno su trabajo es simple tiene que darle asistencia a los enfermo, todos están bajo los efectos del los sedantes así que no va a tener problemas, los que están suelto son los inofensivos y los que están atados en sus cuartos son los agresivos y con un cara de conformidad dijo a estos últimos tienen doble dosis y por ultimo pasando la puerta tiene una sala de estar ese va a ser su lugar, una vez que entra por seguridad no salga hasta que cumpla su horario de 12 horas, tome y buena suerte.
Tome la llave e ingrese por la puerta donde me señalo esta “buena mujer”, la verdad no me gusto mucho lo que me encontré era otro pasillo como el anterior parecía un hospedaje de mala muerte un típico pasillo que en los frentes se encontraba los cuartos para los enfermos al final una puerta, detrás otro pasillo pero este después de caminar unos metros encontré una puerta de blindex que daba a un patio enorme los bancos estaban dispersos por todos los rincones el paisaje era muy simple un árbol mediano , unos jardines medianamente cuidados, y por desgracia los locos estaban ahí, seguí inspeccionando el lugar siempre por el pasillo y camine hasta donde una pared me detuvo ese era el final al darme vuelta me sentí en una película de horror porque parece estos locos me vieron pasar y se acercaban bajo los efectos de los tranquilizantes como Zombis de pronto muchas manos me tocaban y decían: amigo quieres ser mi amigo? ¿Cómo te llamas?, me sentí acorralado y pensé en dos opciones uno era gritar y la otra hacerme camino a los empujones. pero busque una tercera que fue en sonreír y decirles que desde hoy los cuidaré, seremos grandes amigos y que sigan disfrutando del aire libre, todos me miraron y pareció que estaban de acuerdo y salieron nuevamente
Los seguí, como acompañándolos y pase al patio y descubrí un hombre mayor que parecía el más normal de todos pero con el leve problema que simulaba tener un cigarrillo entre sus dedos, fumar y hablar con alguien al lado osea, no tenia cigarrillos ni nadie al lado, pero igual me acerque a conversar un rato y le dije hola buen señor, ¿como esta?, al mirarme se empezó a curvar los brazos se le fueron para atrás, a gruñir como un perro con rabia, el<mentón se le fue acomodando sobre sus rodillas y su cara se arrugo de tan forma que parecía un viejo de 80 años, le dije ¿se encuentra bien? Y me contesto “VETEE, NO TE QUEREMOS AQUIII, DEJANOSS EN PAZZZ. Lo mire, di la vuelta y me fui casi corriendo, llegando a mi sala de estar, note que en el otro extremo estaban las escaletas subí y me encontré con mas pasillos similares, cuartos monótonos y los enfermos atados. Hice una recorrida rápida y al verlos por las ventanas algunos se esforzaban en levantar la cabeza para mirarme pues no sé cómo pero notaban mi presencia, los demás los que estaban despiertos se escuchaban lamentos, alaridos y maldiciones todos consumidos en su demencia. Baje de ahí totalmente conmocionado, como puede haber gente así, ahora entiendo porque los enfermeros no quieren trabajar en este lugar.
Se hizo más tarde, todos durmieron y cuando me di cuenta mi turno ya había finalizado.
Me fui de ahí, pensando en esa pobre gente pero lo que no me podía sacar de la mente era ese señor, ¿porque me dijo eso?
Estando en mi cuarto, ya vencido por el cansancio entre en la vigilia del sueño ya casi vencido vi a ese hombre parado en los pies de la cama sonriéndome en forma macabra, me desperté y ya no estaba, caí en la conclusión que el cansancio y el desgaste mental de un día como ayer me hizo ver a ese hombre, me acomode mejor y busque la forma de dormir.
Desperté resaltado en todo momento ese hombre me atormentaba en mi sueños, tuve solo el tiempo para asearme y Salir corriendo a mi trabajo para no llegar tarde. Tome mi turno sin problemas, al quedarme solo fui directo a ver a ese hombre pero en el patio ya no estaba y nos de los enfermo me confirmo que estaba en su cuarto y fui tome la llave,  abrí la puerta, el desgraciado estaba parado, me miraba, sonreía de la misma forma como cuando lo vi en mi casa, le pregunte ¿qué pretendes? ¡Maldito idiota!
Sin dejar de sonreír me dijo; te advertí que te fueras y no me has hecho caso, esta es mi gente, estoy donde quiero estar.
Sentí como algo me lanzo hacia atrás y la puerta se cerró delante de mis narices –espero que te diviertas esta noche con lo que te prepare-  y carcajadas salían desde dentro.
De pronto todos los enfermos peligrosos salían de las escaleras enérgicamente hacia mi corrí y llegue a la reja a pesar que coloque la llave esa maldita no abría, mire sobre mi hombro y note que en la banda de esos desquiciado se acercaban con el hombre delante de ellos como guiando y haciendo que esa turba se enfade mas y mas sin dejar de sonreír me decía llego tu hora idiota y más cuando no podía hacer nada unos de los inofensivo abrió la reja y los encerramos a todas, sentía los latido de mi corazón por todo mi cuerpo, este muchacho me pudo llevar hasta uno de los bancos que se encontraba en el patio y cuando me recupere a pesar de los fuerte golpes que venían del pasillo de los agresivos le pregunte a mi salvador como sabia abrir la puerta sin la llave, con una sonrisa en los labio me confesó balbuceando que él estaba en donde estaba era por loco no por idiota.
Sabiendo que el único teléfono estaba en la recepción, tenía que encontrar la forma de conseguir ayuda pues sabía que la reja no iba a resistir mucho, me acerque a varios cuarto en donde tome sabanas para poder colgarla de alguna reja de ventana de los cuartos de arriba y con suerte lo conseguir pude trepara lentamente para que no se den cuenta y escabullirme por la entra la suerte me acompañaba pues el manto de la oscuridad de la noche me abrigaba, salte varias veces para por fin conseguir estar en la recepción pero para sorpresa me estaba esperando nuevamente ese hombre, sentado en la recepción con grandes aires de vencedor le pregunte ¿porque me hace esto? ¿Yo que le he hecho? Solo es un trabajo para mí!
El me miro directamente a los ojos, y me respondió la sociedad nos ignora, la gente nos desechó de la sociedad por estos pensamiento confundidos, los maltratos constantes de ustedes sin poder defendernos por el siempre hacho de que nos digan que la demencia nos confunde y después de los castigos constante nos inyectan sus venenos, tu representas a todos ellos, por eso tu pagaras el precio de repente la puerta se abrió y se venían hacia mí, grite con todas mis fuerza, suplique por mi vida, pero entre carcajadas y gritos mi voz se apago y solo escuche, ¡Has visto que decir la verdad, gritar, suplicar no alcanza! ¿Usted  normal que se siente?

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