viernes, 18 de mayo de 2012

El paquete



Teresa era una mujer muy chusma, viuda, sin nada mejor que hacer, hizo en su casa varias ventana para no perderse detalles de lo que pasara afuera, la gente la ignoraba porque lo poco que salía era para preguntar de la vida de los demás, discutía en cualquier situación en donde no conseguía la razón de lo que estaba hablando, tanto fue su curiosidad que se obsesiono y según ella  tenía de vecinos convictos, asesinos y brujos.
El lugar en donde residía era un pueblo de pocos habitantes lo que hacía que todos o la mayoría conocieran a Teresa.
Una mañana, teresa hacia sus quehaceres cuando escucho que la llamaban mediante aplausos desde el portón de su casa, miro por la venta y vio a un hombre desmontando su caballo, ella se asomo a la puerta y pregunto: ¿que se le ofrece?
El extraño respondió: Disculpe buena señora, soy un trabajador de la nueva estancia que está en construcción, quería pedirle, a pesar que no me conoce,  sería tan amable de guardar este paquete, qué, al terminar mi trabajo del día lo retiraría a la media noche, pues tengo una fiesta y el regalo lo envolví cuidadosamente, y en la estancia se arruinaría.
Ella lo miro bien y noto que era un paquete enorme cubierto con un papel muy festivo rosa, y una gran cinta roja en forma de cruz, en la intersección terminaba con un gran moño del mismo color, teresa se acerco y le contesto: si buen hombre, lo guardare con mucho gusto, ella tomo el paquete con ambas manos lo saludo al caballero e ingreso a su hogar.
Sentada delante del paquete que se encontraba en la mesa, se preguntaba qué será lo que habría dentro, lo alzaba, lo sacudía un poco con el oído pegado a la caja y nada, lo miraba a tras luz, tampoco.
-          Mmm ¿qué será que tiene dentro?
-          ¡la intriga me mata!
Teresa salió de su casa a la tienda, busco el mismo envoltorio + cinta y regreso a su casa.
Miro el paquete detenidamente para recordar la forma en que estaba cerrado y se dispuso a  abrirlo. La sorpresa fue tan grande, que lanzo el paquete al piso, desesperada vio con horror que en la caja se encontraba restos humanos, un brazo y una pierna agusanado. Al tirar la caja los miembros saltaron al piso y volvieron a su lugar como si tuvieran vida propia, los dedos de la mano la señalaban a teresa y se movían de forma que parecía que se rehiera de ella.
Teresa no aguanto más y corrió hacia la iglesia por ayuda, ahí se encontraba el curita del pueblo. Teresa llego y le dijo: ¡Padre!, ¡he pecado!
El Padre, contesto: Tranquila hija que te sucede, cuéntame pero tranquilízate, y ella tomo asiento, respiro Profundo, le conto con detalle y un poco mas inventado por ella.
El cura la miro, y le dijo mira yo sabía de estos caso, nunca pensé en que me tocaría ser testigo de algo así, le explicare tú eres una persona que se interesa en saber la vida de los demás, ¿no?
Teresa: Si, padre.
La biblia no dice nada en estos casos, pero he oído que tienes que juntar siete chicos menores de siete años, tienen que salir todos juntos y el más pequeño debe de entregar el paquete con la mano izquierda, deberás de persuadirlo para que sea el más valiente. El Padre le dio su bendición, le dijo que dios te acompañe querida hija, rezare por ti, ¡una cosa más, si no lo logras él te llevara!
Al salir de la Iglesia fue directo a la tienda, compro todo tipo de juguetes, adornos para una gran fiesta, globos y todo lo que le parecía que a un niño le gustaría (a pesar que ella odiaba a los niños), Fue casa por casa, invitando y responsabilizándose de que los vendría a buscar y los traería, la gente que la conocía ni siquiera le prestó atención, pero gente que recién se había mudado al pueblo, la atendió con gran placer, cosa que ella le resulto algo entrañablemente gustoso.
La hora pasaba y Teresa aun buscaba más niños, ya casi rogando consiguió a base de mentiras el último niño. Los llevo a su casa, y rápidamente cubrió el endemoniado paquete con una manta, después lo envolvió entre nauseas y arcadas, lo dejo tal cual estaba.

Se desplego una gran fiesta infantil entre conversaciones que vendría el invitado y que ellos tendría que salir todos juntos a entregarle el paquete al homenajeado.
Todos los chicos estaban contentos, por ese gran evento y aceptaban sin problema el único requisito que la dueña les imponía. La hora se acercaba, ya eran 23:40 hs los niños ya cansados de jugar empezaron a tener sueño, ella los entretenía lo más que podía, los sentados casi dormidos ella los levantaba de un tirón y bailaba para despabilarlos. Al fin faltaba cinco minutos para la media noche, los niños cansados ya quería volver a sus casas, ella los junto en la puerta diciendo con alegría el invitado ya está por venir, algunos niños descifraban el terror que había en los ojos de teresa, y cambiaron de opinión ya no querían salir, en el último minuto Teresa le dijo: si salen todos y el más pequeño entrega el paquete a nuestro invitado se llevaran todo lo que ven aquí, ellos gritaron de alegría llenos de inocencia ¡Bien!
Y Golpes con aplauso fuerte marco la hora, era él. Teresa se asomo y vio que ya no era el buen caballero sino que era un jinete con caballo negro, fuegos despedía de su boca.
 El jinete, un hombre extremadamente grandes, con una capa que cubría su cuerpo, una capucha negra como la noche, el claro de la luna descubría sus huesudos rasgos calavericos, Su exuberante boca entrelazaban grandes colmillos y dientes exagerados con ojos del color del mismo infierno.
Ella le dijo, a que no saben chicos, nuestro invitado ¡llego disfrazado!
Con su inocencia gritaron ¡Bien! y salieron a su encuentro.
Según lo pactado el niño pequeño entregó el paquete, ese demonio con furia se lo arrebato de sus manos y al quitárselo lo araño con su largas garras. El niño de un grito se desmallo, mientras el miro directamente a la ventana en donde Teresa estaba observando todo, le Dijo: Osas, en engañarme, te quitare el alma de tu cuerpo y beberé tu sangre gota, gota. JAJAJA
¡ESTO, NO HA ACABADO! ¡NI PARA USTEDES TAMPOCOS, MAL CRIADOS!
Se alzo el caballo de forma rampante y con un fuerte redicho, de un salto desapareció dejando un humo oscuro
Teresa corrió en busca de los niños, que se encontraban llorando por el pequeño desmayado, los entro rápidamente a su casa, al despertar el pequeño le hizo prometer que nadie deberá saber lo que ocurrió, porque el hombre volverá a buscarlos, luego de esas palabras los llevo a cada uno a sus casas.
El tiempo pasó y cada año fallecían unos de los niños de la fiesta. El pueblo conmocionado buscaba una explicación de por qué a temprana edad niños se suicidaban, los policías investigaban pero no llegaban a ninguna conclusión.
Solo quedaba Teresa y el pequeño niño valiente.
Pasado un año de lo ocurrido, teresa no recibió jamás un paquete ni del correo, cambio su manera de ser hacia los demás, hasta se convirtió en una animadora de fiesta, la gente comenzó a tolerarla y aceptarla.
Un día, ella volvía de su trabajo, ya oscuro, abrió la puerta y en sus pies se encontraba una carta en el suelo ella la levanto, al abrirla decía: ¿TE HAS OLVIDADO DE MÍ? Y la carta se incinero entre sus dedos mientras que algo sintió apoyarse sobre su hombro.

Así, termina mi historia, pues en ella escribo mi verdad, porque sé que soy el próximo, ya siento su presencia, la carcajadas diabólicas cada vez están más cerca, sé que me acecha, sé que es mi turno.

P/D: ¡Te quiero Mamá! Se que no me puedes ayudar

2 comentarios:

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